LynnConway.com Web

Vaginoplastia:

Cirugía de reasignación

de sexo de hombre a mujer

 

Notas históricas, descripciones, fotos, referencias y vínculos.

por Lynn Conway

 

Copyright @ 2000-2005, Lynn Conway.

Todos los Derechos Reservados.

(en inglés)

 

Traducido por

Sonia John     E-mail Sonia

Sonia Ramos  E-mail Sonia

Sofia Iglesias*  (*1958-2004)

 

A la Derecha: Una foto con detalles de los genitales de una mujer TS (con sus piernas abiertas en estribos y su labia parcialmente abierta) después de haberse sometido a vaginoplastia (CRS) y labioplastía llevadas a cabo por Eugene Schrang, M.D. de Neenah, WI., E.U.A.

 

 

 

Esta página relata brevemente el desarrollo histórico y los detalles quirúrgicos de la cirugía de vaginoplastia (que se suele llamar cirugía de reasignación de sexo - CRS).  Antes de leer esta página, por favor, lee la introducción a los conceptos de identidad de género, transgenerismo y transexualidad en otras páginas de este sitio, para que entiendas por qué las transexuales se someten a estas operaciones. Esta página deja claro que mujeres transexuales posoperativas de hombre a mujer tienen genitales femeninos de verdad, y también ayudará al lector visualizar algunas de las trabas que tienen que aguantar las mujeres transexuales para lograr su nuevo estado de género físico.

 


 

 

 

NOTA IMPORTANTE: Esta página contiene material visual y otra información médica explícitos que podrían disgustar o perturbar muchos a algunos lectores.

 

NO ENTRES EN ESTA PÁGINA si la cirugía te da remilgos, o si tienes ansiedad sobre tus propios genitales.

 

NO SE AUTORIZA el acceso a esta información médica para los MENORES DE 18 AÑOS. Al entrar en esta página, certificas que tienes 18 años o más.

  

 

 


 

 

 

Contenido

 

 Antecedentes Históricos

 El Desarrollo de la Cirugía Moderna de Reasignación Sexual (CRS)

 Cirugía de Reasignación de Sexo Temprana en los E.U.A.

 Dibujos del Procedimiento Johns Hopkins de CRS de hombre a mujer de primera epoca

 La CRS se convierte en un Tratamiento Aceptado para la Transexualidad en los E.U.A.

El Protocolo Actual para Autorizar a Transexuales para Vaginoplastia (CRS)

Algunas Fotos de Resultados Modernos de Vaginoplastia (CRS) 

Cuidados Posoperativos después de la Vaginoplastia (CRS)

Excitación Sexual, Hacer el Amor y Llegar al Orgasmo en las Mujeres Transexuales Posoperativas  

 ¿Quienes son los Cirujanos Más Activos y Destacados Haciendo Vaginoplastia (CRS) Ahora?

 Sitios con Fotos de muchos Resultados de Vaginoplastia (CRS) de muchos Cirujanos

 Opciones para Reducir Gastos y Permitir Feminización y Transición Más Temprano en la Vida

 Completar la Feminización del Cuerpo por medio de la Cirugía Estética

 Las Alegrías y Maravillas de una Correción Completa de Género 

 

 

 

 

Antecedentes Históricos

 

La transexualidad no es un "descubrimiento moderno". Al contrario, es una variante común en el proceso del desarrollo de género humano que ocurre naturalmente y que se ha sido observado y documentado desde la antigüedad. En muchas culturas, incluso de las tribus nativas de la América del Norte, las transexuales han tenido desde hace mucho la elección de vestirse y vivir como mujeres, incluso casándose. Alterar los genitales por medio de cirugía para aliviar sentimientos intensos de género cruzado tampoco "se inventó en el siglo XX". En algunas culturas, incluso en muchas de la antigüedad, muchas transexuales se han sometido voluntariamente a una cirugía para modificar sus cuerpos de tal modo que "cambien su sexo".

 

Los métodos y los efectos de la castración se veían por todas partes en las culturas de la antigüedad. Su uso en la domesticación de animales enseñó rápidamente a la gente de las culturas de la antigüedad que quitar los testículos a un varón humano a una edad la suficientemente temprana también impediría la masculinización de su cuerpo. Una persona así sería siempre como un niño - o una "chiquilla". Se efectuaron estas cirugías a menudo en esclavos adultos cautivos para "domesticarlos" como "eunucos". Practicar cirugía así en varones normales pospubertales no cambia sus sentimientos de género o su identidad de género, aunque sí diminuye algo su libido y reduce marcadamente su capacidad de desarrollar musculatura masculina.

 

Los conocimientos acumulados acerca de los efectos de la castración se extendieron de una manera más específica para ayudar a chicas transexuales hombre a mujer. Durante miles de años millones de ellas, cuyas historias nunca se contaron, han buscado voluntariamente y se han sometido a cirugías tremendamente más arriesgadas y dramáticas en su resultado que una mera castración. En estas cirugías las chicas están emasculadas por completo por la extirpación total de los testículos, el pene y el escroto. Además, la región púbica externa se modela rudimentariamente para que parezca a la vulva de una chica. Nadie sabe exactamente cómo y cuándo empezó todo esto, pero tales cirugías se conocían bien en la época de la antigua Grecia y Roma. Estas transformaciones solían hacerse tradicionalmente a través de "rituales religiosos" que dotaban a las "mujeres" resultantes de una explicación de lo que se había hecho y asimismo de una "historia justificadora" para poder encontrar un papel en la sociedad.

 

Al someterse a estas cirugías, muchas chicas transexuales de hombre a mujer no sólo evitaron convertirse en hombres (si es que sobrevivieran), sino también obtuvieron genitales que se parecían en algo a los de una mujer. Aunque les hiciera falta una vagina y los efectos poderosos de las hormonas femeninas, las jóvenes chicas transexuales del pasado pudieron vivir una vida mejor como mujeres después de someterse a tal cirugía.

 

Incluso hoy en día, en la India y en Bangladesh un número muy elevado de jóvenes transexuales desesperadas huyen de sus casas para unirse a la casta "Hijra". Para ser Hijra estas adolescentes se someten voluntariamente a cirugía que las emascula completamente en condiciones primitivas exactamente como lo tendrían que hacer en la antigüedad, con sólo opio como anestésico. La mayoría se someten a la cirugía en la adolescencia, justo después de empezar la pubertad, con resultados como los que se pueden ver en la foto abajo. Al castrarse lo suficientemente jóvenes, pueden evitar las características secundarias de sexo varoniles (salvo el cambio de registro de la voz), y sus cuerpos pueden permanecer suaves, como los de niños o chiquillas.

 

Contrario a lo que afirma el mito popular, la emasculación completa después de la pubertad no quita la libido a la joven, sino la deja con nuevos sentimientos de excitación sexual y nuevas capacidades de orgasmo. Mientras el impacto psicológico de tal cirugía estropearía la libido de un varón normal, el efecto en una chica transexual es exactamente el opuesto: la cirugía es liberadora, y le otorga una expresión más plena de sensualidad y de su libido. Exactamente como en el caso de las modernas mujeres transexuales posoperativas, muchas Hijra pueden tener fuertes sentimientos de excitación en los residuos internos de sus genitales (aunque les falte el tejido nervioso externo que es conservado por la cirugía moderna de reasignación de sexo, guardan las porciones internas de las corpora cavernosa eréctiles, y por supuesto, el próstata, con su capacidad de orgasmo espasmódico). Aunque a las Hijra les falten vaginas, muchas disfrutan (hasta el orgasmo) de actividades sexuales penetrativas (anales) con hombres. A causa de su emasculación completa, los genitales y la región pélvica de una Hijra parecen muy femeninos. A muchos hombres en la India les gusta relacionarse sexualmente con las Hijra. Ellas, a su vez, aceptan su destino y sus posibilidades, limitadas pero reales, de encontrar al menos un poco de amor como una mujer en esta vida.

 

 

Una joven Hijra en la India, mostrando sus genitales

Una foto del libro

Hijra-El Tercer Género en la India

por

Takeshi Ishikawa

 

 

La mayoría de las Hijra viven sus vidas como mujeres con otras Hijra en "grupos de familia", ganando la vida con interpretaciones en ceremonias tradicionales como bodas y nacimientos. Muchas trabajan como prostitutas y mendigas en la que tradicionalmente es una de las castas indias más bajas. Algunas Hijra hoy en día tienen acceso a hormonas femeninas, y pueden feminizar sus cuerpos, desarrollar senos y las curvas femeninas normales. La combinación de la emasculación como adolescentes con el uso de estrógeno les permite convertirse en mujeres muy guapas--aunque, tristemente, no tienen genitales femeninos y tampoco son aceptadas socialmente como mujeres.

 

Las orígenes de la casta de las Hijra se remonta a cientos de años en la historia de la India. Esta práctica muy común permite a transexuales escapar de la angustia y el destino de la masculinización cuando adolescentes, y les proporciona un lugar seguro, aunque humilde, en la sociedad. Las medidas atrozmente extremas a las cuales recurren estas jóvenes transexuales para tener "un género femenino aproximado", sabiendo que nunca más verán a sus familias, y que tendrán que hacer frente a la degradación social toda la vida es testimonio de la realidad y del apuro del conflicto de género al cual se tienen que enfrentar.

 

Hay actualmente varios millones de Hijra en la India y Bangladesh. Para más información ve el sitio Web Kinnar (Hijra) en http://www.kinnar.com/ y el artículo de la BBC sobre las Hijra en Bangladesh. Se puede encontrar muchas fotos maravillosas de Hijra en el libro Hijra-El Tercer Género en la India por Takeshi Ishikawa. Aunque envuelto en la secrecía de casta y el misterio durante siglos, la condición de fondo que obliga a jóvenes adolescentes a convertirse en Hijra es claramente la transexualidad. Dice Dhanam, el gerente de una familia Hijra en la India (es decir, un 'Gurú' Hijra):

 

"Nacimos con una crisis de identidad de género. No es una crisis imitada ni aprendida, sino un instinto natural que nos incita a ser mujeres." – Dhanam

 

Incluso en el mundo occidental moderno algunas chicas verdaderamente desesperadas que no pueden encontrar ayuda del sistema médico se hacen "lo de las Hijras". Al emascularse completamente y luego acudir al sistema médico para "arreglarlo", pueden lograr una "cirugía de reasignación de sexo de bajo costo" temprano en la vida. Algunas chicas en los Estados Unidos se han hecho estas emasculaciones completas, y luego se han feminizado con hormonas para rápidamente lograr ser guapas y aceptadas como chicas (desgraciadamente la pérdida del piel del pene y del escroto hace que la cirugía de reasignación de sexo será mucho más complicada después). Una práctica aún más común era la autocastración básica (quitarse los testículos) para evitar la masculinización, sobre todo en los años 50 y al principios de los años 60 cuando los hospitales en los E.U.A. apenas permitían practicar la CRS sobre "varones intactos".

 

La larga historia de las cirugías "estilo-Hijra" va desde la antigüedad hasta nuestros días, y continúa en paises como la India y Bangladesh. Los conocimientos detallados de los efectos posoperativos de las emasculaciones de tipo Hijra proporcionaron un fondo empírico importante en el desarrollo de las cirugías transexuales modernas.

 

 

 

 

El Desarrollo de la Cirugía de Reasignación de Sexo Moderna (CRS)

   

Con los rápidos avances en el conocimiento de las hormonas de sexo y de la cirugía estética después de la segunda guerra mundial, finalmente fue posible envisionar soluciones medicales y quirúrgicas completas para la transexualidad. Durante los años 1950, las mujeres transexuales empezaron a beneficiar enormemente de las recién disponibles hormonas femeninos, que permiten el desarrollo de los senos, la suavización de la piel y, después de un tiempo, el desarrollo de las curvas corporales femeninas. También, durante los años 1950 algunos cirujanos empezaron a llevar a cabo cirugía tentativa para construir vaginas en transexuales de hombre a mujer, utilizando injertos de piel del muslo o de las nalgas, y tirando de las técnicas, en aquel entonces recién desarrolladas, para la construcción de vaginas para chicas intersexo.

 

Christine Jorgensen, una ciudadana de los E.U.A., era en el primer pequeño grupo de transexuales que se sometieron a un "cambio de sexo" quirúrgico. Se hizo pública su condición de transexual en 1952 por la prensa de los E.U.A. poco después de su cirugía inicial, y su historia se convirtió en una sensación en todo el país. A través de su historia, muchas transexuales aprendieron por primera vez de la existencia de los nuevos tratamientos hormonales y quirúrgicos. Sin embargo, el acceso a esta nueva cirugía experimental se limitó a un número muy reducido de pacientes en la Europa.

 

En la época de la cirugía de Christine, en los años 50, los doctores quitaron primero los órganos sexuales varoniles a la transexual en una o más cirugías. La paciente entonces esperó durante un período largo hasta que curara. Entonces, en una cirugía similar a las efectuadas para crear vaginas para pacientes intersexuales, los cirujanos construyeron la vagina utilizando injertos de piel tomada de las nalgas o del muslo (la cirugía de Christina se efectuó en 1954).

 

Pionera Transexual Christine Jorgensen,

se sometió a una variante temprana de CRS en 1952-54

 

Aunque las pacientes fueran extremadamente contentas con los resultados (sobre todo comparado con su situación anterior), hubo grandes problemas con este método primitivo. Los injertos de piel no eran seguros, y a veces fallaron. El amplio uso de injertos también dejaba cicatrices feos en el sitio donde se obtuvo la piel. Además, se perdía para siempre mucho tejido genital sensible en el primer paso, lo que afectaba a los sentimientos de excitación sexual y a la capacidad de orgasmo de las pacientes.

 

A finales de los años 50 y a principios de los años 60, varios centenares de transexuales en los E.U.A. se cuidaron por Dr. Harry Benjamin, un médico y endocrinólogo compasivo que tenía oficinas en Nueva York y San Francisco. Dr. Benjamin era el primero en averiguar la diferencia entre los fenómenos del género cruzado y la homosexualidad. En vez de clasificar las transexuales como deviantes con una enfermedad mental, como hacían la mayoría de los psiquiatras de su época, empezó a ver las transexuales como verdaderas sufridoras de una condición genuina de género equivocado que era de origen desconocida. En un esfuerzo para aliviar su sufrimiento, empezó a recetar estrógeno a pacientes seleccionadas como respuesta a sus súplicas del corazón para la feminización medical. También mantuvo un seguimiento de cerca de los resultados de las cirugías transexuales que se efectuaban, y empezó a mandar sus pacientes con la transexualidad más intensa a aquellos cirujanos que obtuvieron los mejores resultados.

 

Entonces, a finales de los años 50, un compasivo cirujano estético francés llamado Dr. Georges Burou inventó el método moderno de cirugía de reasignación de sexo de hombre a mujer--el de la inversión del pene. Se ha utilizado variaciones de esta técnica desde entonces. La inovación clásica de Dr. Burou era utilizar los genitales varoniles como fuente de piel y tejido sensible erótico para crear los nuevos genitales femeninos, vagina incluída.

 

 

Dr. Burou ejecutó estas cirugías en su clínica en Casablanca, Marruecos. En 1958-60, Dr. Burou transformó con éxito en mujeres varias famosas y muy guapas jóvenes "intérpretes drag" del club Le Carrousel de Paris, Francia, entre las cuales Coccinelle (más información), Bambi y April Ashley. Muchas de las jóvenes chicas de Le Carrousel habían recibido hormonas femeninas como un pago en especie del club, y como resultado se habían vuelto increíblemente hermosas, femeninas y sexis. Varias de ellas volvieron a actuar en el club después de la CRS. Corrió la voz de sus "cambios de sexo" exitosos y muchos hombres destacados y ricos les perseguían como objetos de amor. Algunos hombres muy ricos (Aristotle Onassis entre ellos) "subvencionaron" la cirugía de cambio de sexo de una chica de El Carrousel, y entonces ella se convertiría en su amante durante un rato.

 

 

 

 

Dr. Burou se convirtió en famoso y notorio y se extendió la noticia de su trabajo. Como consecuencia su "Clinique du Parc" en el 13 de la calle La Pebie en Casablanca, Marruecos fue asediado por pacientes transexuales de todo el mundo. Dr. Burou empezó a llevar a cabo cientos de estas operaciones cada año. En 1973, Dr. Burou dió su primera presentación pública formal de su novedosa técnica quirúrgica en un gran congreso interdisciplinario sobre la transexualidad patrocinado por la Escuela Médica de la Universidad de Stanford (EUA). En aquel entonces, en 1973, había llevado a cabo más de 3000 cirugías de reasignación de sexo. Para entonces muchos otros cirujanos en todo el mundo habían deducido y adoptado la técnica del Dr. Burou, y lo aplicaban en cirugías CRS similares.  

 

 

 Pioneras Transexuales Coccinelle (izq), Bambi y April Ashley (der)

eran entre las primeras pacientes CRS del Dr. Burou (en 1958-1960)

 

 

 

 

Entre las claves del éxito de estas cirugías eran (i) el uso de la piel del pene y del escroto para formar las nuevas labias y una vagina sexualmente funcional (y así evitar el afeamiento de la área de orígen de los injertos grandes y profundos que se utilizaban en las operaciones anteriores, y (ii) la disección cuidadosa y el emplazamiento de las corpora cavernosa terminadas, y la relocación de algunos de los nervios sensibles y un poco de tejido eréctil. Si se hace correctamente, la paciente posoperativa puede tener sensaciones muy fuertes de excitación sexual (la erección de lo que queda de las corpora cavernosa en el interior de su cuerpo) y es fácil que pueda tener orgasmos (se deja intacta la próstata, que puede dar espasmos durante el orgasmo exactamente como antes de la CRS - mientras que el tejido nervioso en toda las corpora, en el clítoris y la vulva, da espasmos, palpita y se descarga al mismo tiempo, exactamente como cualquier otra mujer).

 

La clientela del Dr. Benjamin creció rapidamente en cuanto cada vez más transexuales aprendieron que les podía dar tratamiento compasivo. Empezó a mandar un número cada vez más grande de pacientes a cirujanos, sobre todo al Dr. Burou en Casablanca. Para mediados de los años 60 varios cirujanos destacados empezaron a llevar a cabo la cirugía CRS en transexuales utilizando las técnicas del Dr. Burou, y el Dr. Benjamin mandó pacientes a estos cirujanos también. El más notable de ellos era el Dr. José Jesus Barbosa, un cirujano estético destacado en México (El Dr. Barbosa era el cirujano de la CRS de Lynn y había llevado a cabo más de 300 CRS para 1973).

 

Sin embargo, tales cirugías eran casi desconocidas en los E.U.A., incluso al final de los años 60. Bajo una presión intensa de grupos religiosos después de la notoriedad del caso Jorgensen en 1952, la mayoría de los hospitales de los E.U.A. adoptaron políticas que prohibieron explícitamente estas operaciones, y se solía basarse en censuras religiosas para negar tratamiento hormonal o quirúrgico de transexuales. También, en aquel entonces la comunidad médica estadounidense en los años 60 estimaba que las transexuales eran "seriamente psicóticas" en vez de tener el género equivocado biológicamente. En vez de recibir ayuda para una transición de género de los profesionales médicos, obligaron muchas transexuales a ingresar en manicomios donde los psiquatras intentaron "curarlas de su enfermedad mental" por medio de las terapias de electroshock y aversión.

 

Durante los últimos años de los 50 y a principios de los años 60, un número de chicas intensamente transexuales en los E.U.A. recurrieron a la autocastración para hacerse más femeninas y para evitar las restricciones de los hospitales sobre la extirpación de los testículos de "varones intactos" durante la CRS. Una vez que ya no eran intactas, esas chicas podrían esperar obtener CRS completa de algunos hospitales estadounidenses--si tenía el dinero para pagarlo. Ve, por ejemplo, la historia de la pionera transexual Aleshia Brevard (en inglés). Cuando era joven y ya femenizada por el estrógeno, Aleshia se convertió en una intérprete estrella de Finocchio's, el club de intérpretes drag, famoso en todo el mundo, de San Francisco. Después de autocastrarse para feminizarse más, Aleshia pudo someterse a la CRS en los E.U.A. en 1962 con la ayuda del Dr. Benjamin. Como hicieron muchas mujeres transexuales posoperativas en los años 60 (Lynn incluída), Aleshia dejó atrás su vieja vida y empezó a vivir de modo furtivo. Terminó siendo una bailarina, una “conejita” Playboy, una actriz muy reconocida de cine, teatro y televisión, ¡y se casó tres veces! Hace muy poco que Aleshia salió del armario para contar su historia en un libro maravilloso sobre su vida asombrosa.

 

 

Aleshia (pre-operativa) como la estrella "Lee Shaw"

en Finocchio's en 1961

 

 Aleshia Brevard,

poco después de su CRS en 1962

Aleshia como una actriz viviendo a escondidas,

a principios de los años 80

 

 

 

Cirugía de Reasignación de Sexo Temprana en los E.U.A.

 

Finalmente, en 1966, los cirujanos del Centro Médico Johns Hopkins empezaron a llevar a cabo operaciones CRS de hombre a mujer en un esfuerzo de ayudar a algunas de las pacientes intensamente transexuales de la nueva clínica de identidad de género de Hopkins. El personal del Hopkins creyeron que sus pacientes sí tenían una enfermedad mental, pero creyeron también que no existía un método psicológico para reversar la "identidad de género incorrectamente formada". En un programa experimental empezaron a explorar la posibilidad de ayudar sus pacientes a través de la cirugía, tal y como lo recomendaba el Dr. Benjamin. Los cirujanos del Hopkins utilizaron una variación del método del Dr. Burou.

 

En el otoño de 1966 los periódicos en todo los E.U.A. repitieron una historia de una columna en el New York Daily News:

"Estos días se puede ver en los clubes de Manhattan cada noche a una chica estupenda que admite que era un hombre hace menos de un año y que se sometió a una operación de cambio de sexo en nada menos que el Hospital Johns Hopkins en Baltimore. Nos sorprendió que el hospital confirmara esto, diciendo que la cirugía se efectuó después de psicoterapia. Operaciones así, aunque poco frecuentes en este país, no son ni ilegales ni inmorales, según el portavoz del Johns Hopkins. Oficiales de varios grandes hospitales aquí concordaron con el Johns Hopkins sobre la legalidad y moralidad de estas operaciones, pero ninguno podía recordar una operación así haber sido llevado a cabo nunca en Nueva York."

Entonces, en el 21 de noviembre de 1966, el
New York Times publicó un amplio artículo en primera página sobre la transexualidad. El artículo del Times proporcionó amplia información sobre los tratamientos quirúrgicos y hormonales que se estaban llevando a cabo en aquel entonces en otros países, y sobre el nuevo programa en el Centro Médico Universitario del Johns Hopkins donde se había llevado a cabo varias cirugías hace poco. El artículo también destacó Dr. Benjamin como la primera autoridad en el mundo sobre la transexualidad, y como el autor de un nuevo libro de referencia sobre el tema intitulado The Transsexual Phenomenon (El Fenómeno Transexual), sigue este vínculo para ver una versión en linea del texto original en inglés.

 

 

Dr. Harry Benjamin

El gran pionero y médico compasivo

[foto sacada por Lynn Conway en 1973]

 

Dr. Benjamin era un pionero en una área totalmente nueva del conocimiento de la transexualidad. Su texto médico cambió los paradigmas existentes al describir sus experiencias con muchos pacientes a lo largo de varias décadas. Era el primer investigador a reconocer que la identidad de género y la orientación sexual son dos dimensiones independientes de la naturaleza humana de cada persona. Dr. Benjamin recomendó cómo se podía--y se debía--tratar a "transexuales intensas" para permitirles vivir en el género que buscaron. Su libro documentó los resultados de los nuevos tratamientos inovativos hormonales y quirúrgicos y estableció un contexto racional en el cual se podía utilizar estos tratamientos como una terapia para la transexualidad. Este libro dio esperanza nueva a muchas transexuales, y abrió la puerta para los enfoques médicos modernos que hoy damos por sentados. Al mismo tiempo, el hecho de que el Johns Hopkins estaba llevando a cabo cirugías transexuales aumentó de verdad en gran medida la visibilidad de las teorías del Dr. Benjamin y la atención que prestó la comunidad médica a sus resultados.

 

 

 

Dibujos del Procedimiento Johns Hopkins de CRS de hombre a mujer de primera época

 

Las ilustraciones que siguen muestran los pasos básicos en el método quirúrgico Johns Hopkins de primera época, que es una variación del método del Dr. Georges Burou. Se ha tomado estas figuras del capítulo 22, por Dr. Howard W. Jones, Jr. en Transexualidad y la Reasignación de Sexo, Dr. Richard Green y John Money, Ph.D., Editores; Johns-Hopkins Press, 1969. Para esta época era común referirse a este tipo de cirugía como "cirugía de reasignación de sexo" (CRS). Las ilustraciones se repoducieron del artículo original por Howard W. Jones, Jr., Horst K. A. Schirmer, y John E. Hoopes, "Una Operación de Cambio de Sexo para Varones con Transexualidad", Jornal Americano de Obstetricia y Ginecología 100 (1968): 101-9. (Nota: Ve los comentarios después de las ilustraciones sobre el dibujo anatómicamente incorrecto en la última figura, Figura 10.)

 

 

Figura 1. Un dibujo del perineo que muestra la línea de la primera incisión.

 

 

 

 

Figura 2. La cuerda espermática derecha se grapa y se liga.

 

 

 

 

Figura 3. La primera incisión se continúa por el lado ventral de la vara del pene.

 

 

 

 

Figura 4. Se desarrolla el colgajo anterior de la piel del pene.

 

 

 

 

Figura 5. Se hace la disección de la uretra de la vara del pene.

 

 

 

 

Figura 6. Las corpora cavernosa se separan para asegurar unos restos mínimos.

 

 

 

 

 

Figura 7. La disección perineal.

 

 

 

 

Figura 8. Se ha completado la disección perineal y se ha perforado el colgajo anterior para posicionar el meato de la uretra.

 

 

 

 

Figura 9. Los colgajos de piel se suturan y se les posiciona en la cavidad vaginal.

 

 

 

 

Figura 10. La preservación de la cavidad vaginal se asegura por el uso de ua forma vaginal adecuada.

 

 

Nota 1: Figura 10 es bastante engañosa y no corresponde a la anatomía que debería resultar de este procedimiento. En la Figura 10, la apertura vaginal es, con mucho, demasiado lejos de la abertura anal, y erróneamente muestra que la entrada vaginal es primero horizontal, y luego se gira arriba después de pasar una extensión considerable de piel delante del ano. (Compara este dibujo con las fotos más recientes de los detalles de los resultados de CRS moderna, sobre todo aquella que muestra la introducción de una forma vaginal en la vagina de una mujer posoperativa). Este dibujo, mal ejecutado, probablemente ha sido la causa de muchas cirugías fallidas en la primera época, porque cirujanos que copiaron el procedimiento Hopkins habrán creído que necesitaban una extensión considerable de piel para evitar rasgones en el ano. Grandes extensiones de piel así solían impedir llevar a cabo la dilación o el coito con facilidad, lo que daba lugar a stenosis vaginal (pérdida de profundidad y/o anchura).

 

Nota 2: Con el paso de los años se han refinado paulatinamente las técnicas de la CRS. También se ha convertido en algo común que las mujeres posoperativas HaM se someten a cirugía genital adicional llamada "labioplastía", que construye detalles adicionales de los genitales femeninos externos. Para más información sobre la CRS moderna, ve los vínculos y las "fotos detallando los resultados de CRS moderna" abajo.

 

 

 

La CRS se convierte en un tratamiento aceptado para la transexualidad en los EUA

 

Los anuncios y publicaciones de Johns Hopkins coincidieron con la publicación de The Transsexual Phenomenon (El Fenómeno Transexual), en inglés, por Dr. Harry Benjamin, a finales de 1966. Este libro era el resultado de muchos años de observaciones investigativas y de práctica clínica por parte del Dr. Benjamin y se convirtió en el texto seminal sobre la transexualidad. El libro identificó por fin que la transexualidad era una gran aflicción médica distinta en la cual los pacientes tienen una identidad de género inata opuesta al sexo genital de sus cuerpos. Estas teorías y los resultados atrayeron mucho interés de la comunidad médica en los E.U.A. durante los años que seguían, pero la mayoría era muy escéptica.

 

Entonces, después de contactos mantenidos con el Dr. Benjamin y algunas de sus pacientes, los médicos del Centro Médico de Stanford inauguraron una clínica exploratoria de género en 1969. Dirigida por Dr. Norman Fisk y Dr. Donald Laub, las operaciones CRS se llevaron a cabo sobre seleccionadas pacientes transexuales de hombre a mujer, y los resultados clínicos y quirúrgicos validaron aún más el concepto de CRS como tratamiento para aquellos que sufrieron de transexualidad intensa. La aceptación de CRS como un tratamiento serio y válido para la transexualidad empezó extenderse paulatinamente entre los líderes de pensamiento de la comunidad médica de los E.U.A.  Poco a poco los hospitales en todo el país empezaron a deshacerse de las restricciones sobre la cirugía transexual, y cirujanos en varias ciudades empezaron a llevar a cabo estas cirugías sobre un número reducido de pacientes seleccionadas.

 

En 1969, Dr. Stanley Biber, un cirujano de Trinidad, Colorado, E.U.A. empezó a llevar a cabo operaciones de vaginoplastia CRS de hombre a mujer, utilizando información que obtuvo del equipo quirúrgico de Johns Hopkins. Corrió la voz de los excelentes resultados de sus cirugías y le llegaron las pacientes en tropel. Durante muchos años Dr. Biber llevó a cabo más de 150 cirugías CRS de hombre a mujer por año, y para el año 2000 había efectuado más de 4500. El artículo reciente de USA Today que sigue, cuenta la historia del Dr. Biber:

 

 

4A -MIÉRCOLES 24 DE MAYO DE 2000 - USA TODAY

 

El apodo de un pueblo de Colorado, E.U.A., "la cuidad del cambio de sexo", hace reptar a los habitantes: 'A nadie le importa esto'

La transformación a través de la cirugía se ha convertido en algo común en esta comunidad

Por Pauline Arrillaga
AP

 

TRINIDAD, Colorado, E.U.A. - La joven camarera mira de reojo a sus clientes mientras les sirve el café y les pregunta titubeantemente si desean más té.

Hay Elise, una morenaza frescachón vestida de un pequeño top y vaqueros que se llevan a la altura de la cadera. Kate, una escritora graduada de Harvard vestida de pantalones de combate, un suéter hecho a mano y pendientes de perlas. Thea, una diseñadora gráfica luciendo botas de ante elegantes, y Jackie, con un tipo físico imponente, vestida de pantalón y americana.

Entre la muchedumbre de mercantes, amas de casa y granjeros en la panadería y cafetería de la Calle Mayor estas cuatro resaltan como modelos de pasarela en una granja de cerdos.

Replegándose a la cocina, la camarera lleva a un lado a su jefe y titubea, "¿Estas mujeres que estoy sirviendo? ¡Son hombres!"

Casi nadie más miró dos veces a las cuatro. No en el llamado "capital del mundo de cambio de sexo."

Si repites esta frase a casi cualquier de los 9.500 habitantes del pueblo es probable que recibirás una lección sobre los aspectos del pueblecito de Colorado del sur que deberían ser famosos: la naturaleza idílica, el clima agradable y la gente simpática.

A la mayoría no les importa que en su pueblo se ha llevado a cabo más operaciones de cambio de sexo que en cualquier otro (alrededor de 4.500 hasta la fecha); es que odian ese apodo.

"A nadie le importa esto," dice Monica Violante, dueña de la panadería de la Calle Mayor. "Es una parte de Trinidad, nada más."

Un pueblo en transición

Aunque no se recopilen estadísticas formales sobre el número de cirugías de reasignación de sexo efectuadas, los expertos en el campo coinciden en que Stanley Biber de Trinidad - por el año en que empezó y por su edad - ha llevado a cabo más que nadie.

La Fundación Internacional para la Educación del Género tiene una lista de 14 cirujanos estadounidenses y canadienses que hacen el procedimiento, y, como señala la portavoz Sara Herwig, "Biber lo ha estado haciendo más tiempo que nadie".

Lo que hace Trinidad único no es que es el capital del mundo de cambio de sexo, pero que este pueblo, antaño minero, haya llegado a aceptar su destino, depender de ello y hasta alegrarse de ello.

En 1969 Trinidad era una ciudad en transición. El carbón había sido rey en esta localidad desde principios del siglo, pero, después de la segunda guerra mundial, las minas empezaron a cerrar. Para finales de los años 60, solo quedaban unas pocas.

Familias enteras abandonaron el pueblo, y la Calle Mayor, antes una colección de grandes almacenes, concesionarios de coches y restaurantes, se convirtió en un casco hueco de vitrinas entabladas.

A pesar de esto Biber tenía un negocio próspero en su oficina de la cuarta planta del edificio del First National Bank.

Dado que era el único cirujano generalista de Trinidad, Biber lo hizo todo - desde partos a quitar apéndices a reconstruir las fisuras del paladar de niños pobres.

Biber llegó aquí en 1954 después de haber hecho servicio militar como cirujano en Korea y en el Camp Carson de Colorado Springs.

En estos primeros 15 años, Biber construyó una vida confortable ejerciendo la profesión que amaba en el pueblo que adoraba. En 1969 se encontró con una paciente que cambiaría los dos para siempre.

Una asistenta social que Biber había conocido le pidió llevar a cabo su cirugía. "Por supuesto" le contestó, "¿Qué quieres que yo haga?"

"Soy una transexual", contestó ella. Y Biber le preguntó "¿Qué es eso?"

Después de consultar con un médico de Nueva York que había hecho operaciones de reasignación de sexo, y de obtener dibujos de la Universidad Johns Hopkins, Biber acedió a hacer la cirugía. "Ella era muy contenta" recuerda. "Y luego empezó a correr la voz por todas partes."

Con menos de un puñado de médicos ejecutando el procedimiento, Trinidad se convirtió en EL sitio adonde ir para una operación de cambio de sexo, y Biber era EL hombre a hacerlo.

El único hospital del pueblo, el Monte San Rafael, se administró por monjas católicas, y Biber escondió la documentación de sus primeras pacientes transexuales. Pero sabía que al final necesitaría la aprobación del consejo del hospital y de sus vecinos. Biber explicó su trabajo a las monjas y a los sacerdotes locales.

"Les expliqué la psicología del problema. Decidieron que en cuanto estábamos dando un servicio, y que era un buen servicio, entonces no había razón que nos impediera continuar a hacer las operaciones," dice.

Pronto, Biber daba conferencias al personal del hospital y al público.

"Pensábamos que esto era su manera de ganar la vida, y le deseábamos éxito," dice Linda Martinez, 54, una paciente de Biber de toda la vida.

Operaciones lucrativas

No todos están de acuerdo. El Reverendo Verlyn Hanson, vicario del First Baptist Church durante los últimos tres años dice que el pueblo hizo la vista gorda al trabajo de Biber a causa del empuje económico que suponía. "El amor al dinero es la fuente de toda maldad, y la gente hará la vista gorda a mucha maldad para tener una economía más fuerte," dice.

En un momento dado, las operaciones de Biber aportaron alrededor de un millón de dólares al año al hospital, según sus estimaciones. El procedimiento básico cuesta más o menos $11.000, y el hospital ingresa poco más de la mitad.

En su momento más activo, Biber ejecutó alrededor de 150 operaciones transexuales al año. Sus pacientes trajeron familia y amigos a quedarse en la ciudad durante los ocho días de la estancia de su ser querido en el hospital.

No importa si a la gente les gustó o no lo que hizo Biber, pero sí les gustó el médico rechoncho con calvicie creciente, que llevaba vaqueros y camisas de franela al trabajo y siempre les saludaba.

Con 77 años Biber ha reducido su negocio transexual a unas cien cirugías al año. La mayoría de su trabajo sigue siendo el cuidado de las enfermedades de los ciudadanos de Trinidad. Sabe que su jubilación puede que no esté lejos, y está buscando un cirujano que continuará su trabajo. "Empezó aquí, y quiero que el hospital continúe con esto," dice.

[Fin del artículo AP sobre Dr. Biber]

 

 

 

 

El Protocolo Actual para Autorizar a Transexuales para Vaginoplastia (CRS)

 

La vaginoplastia (cirugía de reasignación de sexo) es el paso final, dramático e irrevocable hacia la transición de hombre a mujer. Se suele tomar este paso sólo después de la introspección más profunda e la consejería profesional acerca de todas las opciones. Para ellas que necesiten una correción completa de género, la cirugía es un milagro que puede mejorar o incluso salvar una vida, que después puede ser disfrutada feliz e plenamente.  Sin embargo, cualquiera que emprenda caprichosamente tal transformación completa se expone a graves consecuencias emocionales y psicológicas posiblemente permanentes y aterrorizantes.  Se encuentra información de fundo sobre el proceso de una transición de género en otra página de este sitio, una introducción a los conceptos de identidad de género, transgenerismo e transexualismo.

 

Las Normas de Cuidado de la Asociación Internacional Harry Benjamin de Disforia de Género (HBIGDA) definen los protocolos actualmente aceptados para el tratamiento médico de mujeres transexuales.  Estas normas rigen todos los aspectos de tratamiento médico, incluso el requisito de una Experiencia de la Vida Real (se llama también La Prueba de la Vida Real), y otras exigencias que tiene que cumplir la mujer transexual antes de que se la recomiende para la cirugía CRS.  La mayoría de los cirujanos de CRS sólo operarán en las mujeres transexuales que han sido tratado de acuerdo con estas normas, y que pueden mostrar las cartas correspondientes de recomendación de sus consejeros.

 

Para más información acerca del tratamiento completo de transexualismo y los trámites de una transición de género, ve el sitio web de Andrea James, El Mapa del Camino Transexual (TS Road Map) donde encontrarás consejos sobresalientes para planificar una transición para la persona que la contemple.  Para información más detallada sobre la cirugía de vaginoplastia, ve la página de Andrea sobre vaginoplastia y sigue el gran número de vínculos aí.

 

Algunas Fotos de Resultados de la Vaginoplastia (CRS) Moderna

 

Durante los años 80 y especialmente durante los 90, se iban avanzando constantemente las técnicas de la vaginoplastia (CRS).  Los resultados de una CRS llevada a cabo por los cirujanos más experimentados son bien más predecibles que en los años anteriores, tanto en la apariencia como en la función, y hay una incidencia mucho más baja de complicaciones médicas. (Nota:  hoy en día se suele usar el término vaginoplastia en vez de CRS;  este término comunica mejor que el meta de la cirugía es construir la genitalia femenina funcional, es decir, una vagina). La cirugía de vaginoplastia muchas veces se sigue, después de algunos meses, por una cirugía de labioplastía para refinar la apariencia de la genitalia femenina externa, es decir, las labias.

 

Las fotos siguientes muestran los detalles de los genitales femeninos construídos por las cirugías modernas de vaginoplastia y labioplastía.  Estas fotos, de cirugías llevadas a cabo por Eugene Schrang, M.D. de Neenah, Wisconsin, E.U.A. en 1999 y 2000, clarifican como tan notablemente avanzada es la cirugía moderna de CRS para las transexuales HaM. Las pacientes quedan en la misma orientación aquí como en la Figura 10 arriba (es decir, en estribos con las piernas abiertas y las labias separadas). La foto de en medio muestra las labias internas y externas abiertas y hay etiquetas que identifican el clítoris (c), la abertura de la uretra (u) y la abertura de la vagina (v).  Las letras “z” indican la localización de líneas indistintas de cicatrizes donde se hicieron incisiones durante la cirugía de labioplastía al construir la capilla del clítoris.  Note la distancia anatómicamente normal entre las aberturas de la vagina e del ano. (Ve los vínculos al fin de esta página para más fotos de resultados de vaginoplastia y labioplastía).

 

 

Resultados de cirugías modernas CRS ejecutadas por

Eugene Schrang, M.D., de Neenah, WI, E.U.A.

 

 

Aqui está una foto, sacada un año después de la CRS (en este caso sólo la vaginoplastia), de la apariencia de la genitalia externa de una mujer posoperativa cuya cirugía se efectuó en Montreal, Canadá en la clínica de Yvon Menard, M.D. y Pierre Brassard, M.D. ( en español  El foto muestra la paciente, desde un vistazo de las rodillas, con las piernas acercadas, así que las labias externas están cerradas y no se puede ver los detalles internas de la genitalia. Lo que muestra esta foto es relativamente típico de la apariencia normal de la genitalia externa de una mujer transexual después de la cirugía CRS.  Nota que se puede utilizar el electrólisis para quitar pelos indeseados del área genital acaso que se lo necesite para una natural apariencia final.  

 

 

 

 

 

Cuidados Posoperativos Después de la Vaginoplastia (CRS)

 

Durante el período inmediatamente después de la vaginoplastia, la mujer se encontrará bajo el buen cuidado de su cirujano y el equipo médico del hospital, y sabrá si fuera un éxito completo la cirugía o si hay complicaciones a manejar.  Más tarde, al salir del hospital, ella va a tener que aceptar mucha responsibilidad para cuidarse al largo plazo, y el resultado de la cirugía depende del esmero con que se cuide.

 

Un porcentaje muy alto de las cirugías CRS que llevan a cabo los cirujanos mejores resultan éxitos completos, en términos estéticos y funcionales, sin complicaciones significativas.  Sin embargo, se pueden ocurrir—y han ocurrido—varias complicaciones de la cirugía CRS hecha por un cirujano menos experimentado, y incluso los mejores cirujanos a veces encuentran dificultades.  Entre las complicaciones posibles son infecciones menores, la pérdida de sangre e la pérdida de una porción de un injerto de piel. Se puede manejar y controlar la mayoría de estas complicacions antes que la mujer sale del hospital.

 

Desgraciadamente, también existe el riesgo de complicaciones más graves.  La persona que contemple la vaginoplastia tiene que entender bien estos riesgos e debe utilizar sólo los MEJORES cirujanos (cualquier sean sus nacionalidades) con historias de una baja incidencia de complicaciones serias. Algunos ejemplos de complicaciones serias son infecciones graves, desangramiento, y daño a la vejiga, la próstata, o a los nervios principales durante el proceso de disección que forma la vagina.  Puede ser difícil controlar y corregir tales complicaciones, que pueden necesitar una estancia prolongada en el hospital y que pueden causar daños permanentes y incorregibles.

 

Una de las complicaciones más temidas es una fístula vaginal-rectal, que puede ocurrir por casualidad durante la disección de la cavidad vaginal al perforar el muro rectal, o como resultado de la muerte de tejidos vaginales-rectales debido a una presión excesa del relleno vaginal inmediatamente después de la cirugía. Una fístula permite que materia fecal se desvíe de la estrictura anal y se exude dentro de la vagina.  La materia fecal impide que se cure la fístula y por eso hay un riesgo continuo de infección. La única manera de corregir esta situación es ejecutar una cirugía de colostomía, y durante muchos meses la paciente tendrá que usar una bolsa para acumular la materia fecal mientras se cura la fístula.  Durante este tiempo puede que sea imposible la dilatación adequada de la neovagina, do modo que se cierre, y puede que sea necesario otra cirugía CRS más tarde, esta vez sin poder evitar el uso de injertos extensos de piel.

 

(Note: se oye hablar pocas veces de la ocurrencia de este tipo de complicación terrible, porque la paciente depende del cirujano original para corregir el daño y no va a querer ofenderlo por revelar públicamente lo que ocurrió.  La paciente también suele experimentar una devastación emocional, lo que impide que revele el horror de lo que está pasando.   Asegúrate que utilices uno de los MEJORES cirujanos para minimizar los riesgos de que acontezca una complicación grave.)

 

Una vez que sale del hospital, el negocio más importante para la mujer recién operada es asegurarse que se sane correctamente, y que la neovagina permanezca funcional y del tamaño adequado.  Para garantir esto, la paciente tiene que se dilatar frecuentemente, usando un prótesis vaginal durante un período largo después de la cirugía.  Se puede conseguir estos prótesis de varios lugares y el cirujano debe de recomendarte una fuente.  Una fuente actual del internet para estos prótesis es el Duratek Plastics of Canada.

 

Los prótesis vaginales se ofrecen en una gama de tamaños de 28 a más de 38 mm., y tienen que ser insertados hasta la profundidad máxima (10 a más de 15 cm.) de la neovagina cada vez por unos 30 a 40 minutos, varias veces diariamente durante muchos meses después de la cirugía.  Se aumenta paulatinamente el tamaño de los prótesis para mantener y agrandar la abertura y el interior de la vagina durante el período de recuperación posoperativa.  Más tarde, especialmente cuando la mujer no se encuentre sexualmente activa, ella tiene que hacer la dilatación básica por lo menos una o doz veces cada semana para mantener la profundidad y anchura vaginales.  Incluso después de muchos años, si la mujer se fija en cualquier constricción vaginal, tiene que aumentar la frecuencia de dilatación hasta que terminen tales sensaciones.

 

Para información más detallada acerca de las técnicas de dilatación vaginal y otros cuidados posoperativos, estudia el artículo Zen and the Art of Postop Maintenance.  Es imposible acentuar demasiado la importancia esencial de una adhesión religiosa al programa de dilatación que receta tu cirujano.  En muchos de los casos de un resultado quirúrgico poco satisfactorio, se puede echar la culpa a una falta de dilatación correcta durante los meses más críticos inmediatamente después de la cirugía.

 

La foto siguiente es de una mujer transexual recién posoperativa, cuyo vello púbico todavía no ha crecido, haciendo una de sus primeras dilataciones (después de la cirugía CRS en la clínica de Dr. Suporn en Tailandia).  Nota que la profundidad que resulta de la cirugía CRS depende de la técnica quirúrgica, la cantidad de piel disponible del pene y del escroto para injertos, y la anatomía pélvica de la paciente. La profundidad típica neovaginal de la mayoría de las pacientes de los mejores cirujanos varía entre 10 y 15 cm.;  aquí se ve una profundidad superior a la promedia—entre 15 y 16.5 cm. El prótesis en la foto tiene un diámetro de 30 mm.  Como si observa, el prótesis entra en el cuerpo al base de la vulva, de un ángulo normal alineado con el torso. La geometría general de la genitalia de esta paciente ahora iguala a la de cualquier mujer, y por lo tanto puede acomodar todas las posiciones acostumbradas del coito y en hacer el amor.

 

 

 

 

Lynn recomienda fuertemente que todas las mujeres transexuales posoperativas arreglen en antemano que las cuiden un médico o ginecólogo competente, amistoso e confiable.  Infórmale al médico de lo que intentas hacer para que te pueda ayudar con cualquier complicación menor que permanezca o surja después que regresas de la cirugía.  Por desgracia, hay pocos médicos que tienen el menor conocimiento de la cirugía CRS, así que puede resultar bastante difícil obtener rápidamente ayuda médica acaso que ocurra de repente una complicación mientras estás en casa después de la cirugía.  Muchos médicos tendrán miedo de ayudarte, pensando que por falta de conocimiento se expondrían a un pleito de malpráctica.  Sería muy útil si los cirujanos mejores escribieran consejos para cuidados posoperativos, incluyendo una sección destinada a los médicos generales y ginecólogos;  esto tal vez aliviaría los miedos de los médicos locales sobre como cuidar a una paciente transexual posoperativa.

 

Nota: Durante las décadas pasadas la falta de cuidado médico era un gran problema para mujeres posoperativas.  Muchas que regresaban del extranjero con complicaciones graves durante los años 60 y 70 no podían arreglar tratamiento médico aquí en los E.U.A.  Todavía peor, a algunas se les negaron tratamiento de urgencia para complicaciones potencialmente fatales, y otras murieron por falta de básicos tratamientos posoperativos.  Afortunadamente la situación ha mejorado bastante en la mayoría de los lugares de los E.U.A., pero para asegurarte de cuidado médico local, arréglalo antes de someterte a la CRS.

 

Todas las pacientes posoperativas deben tomar cuidado que miedos y preocupaciones o vergüenza no interfieran con el necesario cuidado posoperativo. Si tienes cualquier problema médico o cualquier duda acerca de tu estado, ¡vete al médico!  ¡Y no dejes que dolores, infecciones o desangamientos menores te impidan a hacer tu programa de dilataciones!  Si hay cualquier tipo de problema, busca atención médica y ponte en contacto con tu cirujano de CRS.  No puedes en absoluto dejar que nada interfiera con tus dilataciones—de otro modo arriesgas la pérdida de la neovagina.

 

Después del transcurso de algunos meses, estará completo el proceso de sanarse y puedes relajar un poco.  La frecuencia de dilataciones va a disminuir algo, y comenzarás a sentir tu nueva excitación sexual.  En esa hora quedas lista a comenzar plenamente tu nueva vida sexual como una mujer.

 

 

Unos Asuntos Prácticos

 

Se necesita lubricación para dilatarse, y muchas mujeres posoperativas usan productos solubles al agua de tales marcas como K-Y.  Sin embargo, acaso que tengas que dilatarte en circunstancias improvisadas, como por ejemplo en un baño público, el lubricante K-Y es algo inconveniente porque para limpiarlo es necesario lavarte con agua. Una alternativa a bajo costo es aceite mineral; lubrica bien y es más fácil limpiarlo sin necesariamente el uso de agua. Realmente no es muy grasiento y se puede quitarlo casi completamente con toallas de papel, sin agua. El único problema con aceite mineral es que al viajar vas a tener que llevarlo dentro de una bolsa ziploc acaso que se salga dentro de tu maleta.

 

Por lo general, se necesita lubricación también cuando haces el amor y durante coito.  En esto también hay una alternativa al K-Y ubiquo.  El Astroglide es un lubricante mucho mejor.  No se necesita usar tanto, y siente más legamoso y parecido al moco natural que secreta el cuerpo.  Perdura mucho y es soluble al agua.  El único problema con este producto es que sus botellas tienen un rallo retráctil que es bastante puntiagudo, así que debes tomar cuidado en aplicártelo, ¡especialmente a tu amante!

 

La mujer posoperativa puede que necesite ducharse la vagina de vez en cuando, especialmente después del coito, para mantener la neovagina limpia e libre de olores.  Son disponibles muchas fórmulas, de varias potencias y perfumes, que sirven bien para esto. Lynn prefiere una fórmula que contiene vinagre, pero todas dan buenos resultados y te dejan adentro con una sensación de frescura y limpieza.  La manera más fácil de usarlas es pararse de pie, relajar, y cuidadosamente insertar la aplicadora alineada verticalmente con la vagina. Una vez insertada completamente (las aplicadoras suelen ser a eso de 10 cm. de largura), exprime todo el contenido, quítate la aplicadora y simplemente deja que el líquido escurra sobre tus piernas.  Limpia los residuos con un paño mojado y lo acabaste.

 

La mayoría de las fórmulas preparadas para ducharse, por ejemplo la marca Massengill, tiene una aplicadora bastante pointiaguda. Puede ser un poco doloroso insertar una aplicadora de este estilo, especialmente durante los primeros meses después de la cirugía. Debido a que las varas de estas aplicadoras se agrandan hacia la base, a vezes puedes sentir las ranuras un poco afiladas (de donde el líquido se exprime de la botella) a lo largo de la vara.  Por lo tanto, tendrás que usar una buena cantidad de lubricante en estas ranuras para insertar estas aplicadoras, y aún así pueden dar una sensación desagradable.

 

Sin embargo, hay una marca de fórmula para ducharse, Summers Eve, que tiene otro tipo de aplicadora:  la extremidad es más ancha y de forma hemisférica, del tamaño de un dedillo, y la vara tiene un diámetro menor que el de la extremidad.  Se puede insertar las aplicadoras de las fórmulas Summers Eve muy fácilmente y sin dolor, con sólo un poco de lubricante en la extremidad.

 

Inicialmente a la chica nuevamente posoperativa le puede ser difícil evitar que “se rocíe” por todas partes al sentarse para orinar. Sin embargo, al sanarse el orificio de la uretra, poco a poco ella va a aprender a producir un corriente de orines más controlable. Tal vez ella demore un poco en aprender exactamente como sentarse y colocar el orificio de la uretra al orinar, pero todas las mujeres nacidas, como muchachas, tuvieron que aprender esto de manera similar. 

 

Muchas chicas nuevamente posoperativas en cierto momento de repente llegan a ser demasiado obsesionadas acerca de sus vaginas—si van a tener una apariencia perfectamente normal o si van a ser “suficientemente profundas” para el coito. Estas preocupaciones pueden incapacitar a la mujer e impedir que relaje, se divierta, conozca bien su cuerpo, y luego que se cite y esté dispuesta a una relación sexual. Esto puede empeorarse hasta que venga a ser un tipo de pánico, especialmente al surgir la oportunidad de coito como mujer.  Las nuevamente posoperativas tienen que entender que con tal que tengan al mínimo 10 cm. de profundidad vaginal, van a poder disfrutar del coito con la mayoría de hombres de tamaño promedio.  Claro que es mejor tener más, pero por lo general basta con tener 10 cm.  Muchas mujeres posoperativas tienen esta profundidad sin tener problemas en relacionarse sexualmente con hombres.

 

Hay que tomar en cuenta también que la mayoría de los hombres suelen tener cierta ansiedad acerca de los genitales femeninos y pocas veces los escudriñan.  Si tú y tu compañero son personas maduras que pueden disfrutar de, y divertirse en, una relación sexual mutua, parecerse “perfecta” no debe preocuparte.  A propósito, un número elevado de mujeres nacidas tienen preocupaciones y confusiones acerca de la apariencia de su genitalia.  Una controversia reciente en Australia nos informó que la mayoría de las mujeres nacidas no han visto de cerca las vulvas de otras mujeres, pero hoy en día es común que hayan visto fotos de genitalia femenina en las revistas pornográficas que leen muchos de sus maridos y enamorados.  En Australia las revistas varoniles como Playboy e Penthouse se ven obligadas a alterar digitalmente las fotos que muestran la genitalia femenina, para embellecerla y simplificarla, de modo de evitar censura y regulaciones gobernamentales y ganar más ventas.  Como resultado de haber mirado estas fotos modificadas, muchas mujeres australianas ya tienen una noción bastante errónea acerca de la apariencia “normal” de la genitalia femenina, y por lo tanto, ¡muchas han buscado tratamiento de cirujanos estéticos para hacer su genitalia “más normal!”  Al saber esto, más mujeres posoperativas deben poder relajarse un poco y dejar de preocuparse tanto con su apariencia genital.  Hay una amplia gama de apariencia normal de la genitalia femenina, y la mayoría de mujeres posoperatives se encajan en algún lugar del medio de esta gama.

 

También resulta que la mayoría de los hombres creen que las mujeres posoperativas les proporcionan mucho placer durante el coito, porque ellas suelen ser más “estrechas” que otras mujeres con quienes han tenido relaciones sexuales.  Las mujeres posoperativas también pueden “agarrar” los penes de sus amantes y presionarlos por apretar los músculos abdominales, del mismo modo que suelen hacer las mujeres nacidas, y así hacerse aún más estrechas. Sin embargo, nunca olvida seguir tu programa recetado de dilatación, usando al menos un prótesis de 35 mm de anchura, para poder acomodar al hombre de tamaño típico--y tanto mejor si puedes dilatar a una anchura de 38 mm.  Recuerda que el diámetro de tu vagina no es tan elástico como el de la vagina de una mujer nacida.  Será capaz de agrandarse hasta la anchura máxima de tus dilataciones, y nada más. Si no estás cierta acerca del tamaño de un hombre, trata de palparlo discreta y cuidadosamente antes de indicar un deseo para el coito.  Si sin duda es demasiado grande, puedes utilizar cualquier pretexto, como estar “demasiada cansada,” y buscar otro compañero.

 

 

 

Excitación Sexual, Hacer el Amor y Llegar al Orgasmo en la Mujeres Transexuales Posoperativas

 

Hay muchos mitos acerca de los efectos de la cirugía CRS en la libido, la sexualidad y el orgasmo.  Muchas transexuales preoperativas obviamente se preocupan acerca de sus capacidades futuras de hacer el amor y disfrutar de relaciones sexuales después de la cirugía. Una preocupación muy importante es si la mujer posoperativa puede experimentar plenamente la excitación sexual y el orgasmo.  La capacidad de excitarse fácilmente, de desear contacto íntimo y sexual y de experimentar realización orgásmica es un regalo considerable de traer a una relación amorosa, especialmente cuando juntado a un deseo de dar placer completo a un amante.  La pérdida de estas capacidades podría arruinar la posibilidad de que la mujer experimente su humanidad completa y encuentre y disfrute de una relación profunda y apasionada después de transicionarse.  Sin embargo, para quien es la elección correcta, la cirugía CRS puede darle la oportunidad de la experiencia completa de las alegrías del sexo y de hacer el amor, y así finalmente poder disfrutar plenamente de la vida.

 

 

Mito contra Realidad:  la Decisión de Someterse a la CRS

 

Mucha gente supone simplemente que la pérdida de los genitales externos masculinos resulta en una pérdida total del deseo sexual.  Este mito muy ignorante asusta inecesariamente a muchas mujeres preoperativas, y aumenta el prejuicio contra mujeres posoperativas por parte del público, que las considera personas que “se han anulado” sexualmente.

 

Es cierto que el hombre típico sufriría un impacto catastrófico en su libido y imagen corporal debido a la pérdida de su genitalia externa.  En cambio, se sabe desde hace mucho que incluso los hombres que perdieron su genitalia, por ejemplo por causa de cáncer, pueden, con la ayuda de consejería y práctica, recuperar la capacidad de excitarse y de gozar del orgasmo.

 

Pero aún más importante es que mujeres intensamente transexuales no son “hombres típicos.”  En vez de sufrir un efecto negativo en cuanto a la imagen corporal, como resultado de CRS gozan de un gran mejoramiento.  Las historias del número incontable de chicas hijra en la India muestran que incluso la técnica primitiva de cirugía CRS no anula el deseo sexual y de verdad lo mejora.   Para las mujeres intensamente transexuales, la cirugía CRS tiene un efecto al contrario al que tendría, para el hombre normal, una castración.  La CRS suele liberar y mejorar las libidos de mujeres transexuales, y finalmente les permite disfrutar del sexo y de hacer el amor, incluso el orgasmo durante el coito.

 

La consecuencia de los mitos y malentendidos acerca de los efectos de la CRS es que muchas mujeres preoperativas quedan indecisivas respecto a la cirugía.  Aunque sientan un deseo intenso de hacer compatibles su identidad de género y su sexo físico, algunas mujeres preoperativas tienen muchísimo miedo de que no vayan a experimentar la excitación sexual y el orgasmo después de la cirugía.

 

Este miedo se refuerza al oír cuentos acerca de muchas transiciones transexuales que fracasaron, incluso las de travestis intensas y reinas drag que equivocaron y se sometieron a la CRS por varios motivos sexuales y después supieron que se anularon sus libidos masculinos y su capacidad de orgasmo. Ve la sección ADVERTENCIA SOBRE CRS de las páginas de Lynn de información transsexual para enterarse de lo que puede pasar cuando algunas travestis y reinas drag, que puedan tener identidades de género inherentemente masculinas, se someten a la CRS.  Había tanta incidencia de esto que los mitos sobre la CRS se han multiplicado y propagado durante los últimos años, y ya hay bastante confusión acerca de lo que se puede esperar después de la cirugía.

 

 ADVERTENCIA SOBRE CRS (es)

 

En cambio, muchas otras chicas transexuales aprenden a visualizar, como hizo Lynn, basándose en sus experiencias sexuales preoperativas, que probablemente retendrán su capacidad para excitación sexual y orgasmo como mujeres posoperativas.  Muchas mujeres preoperativas esconden sus genitales por insertar los testículos en la cavidad abdominal y por sujetar el pene hacia atrás con el uso de cinta o ropa interior apretada.  Colocado de este modo, generalmente le falta al pene sangre suficiente para una erección fuerte. Aunque la porción externa del pene no puede eregirse debido a la compresión, la chica preoperativa todavía experimenta un “rubor,” típicamente femenino, y un calor dentro de la región interna genital cuando se excita, por ejemplo, al recibir los afectos de un hombre. Además, la porción de las corpora cavernosa dentro del abdomen puede eregirse cuando la chica se excita, y esto es una sensación maravillosa, apesar de que la parte externa del pene queda flácida. Luego la estimulación sexual de acariciar los senos y el área genital puede resultar en un orgasmo.

 

A través de tales experiencias, una mujer preoperativa puede concluir que depués de la cirugía, los residuos de las corpora cavernosa internas todavía van a poder engullirse y eregirse, así que va a poder experimentar sensaciones de excitación sexual semejantes a la mujer posoperativa.  Además, la mujer posoperativa va a poder experimentar sensaciones maravillosas al acariciar su clítoris, que--al contrario al pene que solía esconder--ya puede tocar sin sentir cualquier ansiedad acerca de su imagen corporal.

 

Hay muchas dimensiones de la sexualidad de la mujer posoperativa, y los efectos reales de la cirugía CRS varían bastante de persona a persona. La personas que sean inherentemente del género masculino, y que tienen los impulsos sexuales enfocados en la genitalia externa, deben de perder mucho con el paso del tiempo.  Ellas que son de un género “intermedio” deben de experimentar una combinación de ganancias y pérdidas. Ellas que tienen un género femenino y fuertes impulsos de sexualidad femenina deben de beneficiar tremendamente, al abrírseles a ellas una vida completamente nueva de sensualidad, sexualidad y amor.  Todo esto, por supuesto, depende de que la persona tenga una libido normal, que le diera un buen resultado la cirugía CRS, y que no tenga ninguna vergüenza cuando se trata de ser sensual y sexual.  Por lo tanto, la decisión de someterse a la CRS tiene que ser hecho con el máximo de introspección, junto con una completa honestidad contigo acerca de tu propia identidad de género, tu imagen corporal, y los cambios probables de tu cuerpo después de la CRS.  Todo esto es especialmente imprescindible si la excitación sexual y el orgasmo son muy importantes para ti.  De cualquier modo, en los casos apropiados, la cirugía puede liberarle completamente a la transexual de la trampa de género físico en que se encontraba, para que experimente su plena humanidad en relaciones sexuales y amorosas.

 

 

La reacción sexual inicial de las mujeres transexuales posoperativas:  entrar en la pubertad por la segunda vez

 

Como en el caso de las mujeres nacidas, hay una gama amplia de libidos entre las mujeres posoperativas;  algunas tienen libidos muy fuertes, otras tienen libidos débiles (o son asexuales), y la mayoría se encuentra entre estos extremos.  Esta sección se dirige a las mujeres posoperativas que tienen libidos saludables, experimentan la excitación sexual y que desean orgasmos y una consistente realización sexual.

 

La mayoría de las mujeres posoperativas con libidos normales comienza a experimentar las primeras excitaciones sexuales uno o dos meses después de la cirugía.  Después de un período inicial de poca sensación y hasta una enervación, acontece un “encendido” debido a la erección de los tejidos residuales de las corpora cavernosa y spongiosum que permanecen después de la cirugía.  Estas excitaciones producen un sentido de “erección,” pero uno que es diferente de lo que experimenta un hombre, porque aquel se siente dentro del cuerpo.

 

Algunas mujeres posoperativas van a tardar bastante en experimentar esta excitación, especialmente si fueran sexualmente inactivas o asexuales antes de la cirugía CRS, debido a su ansiedad de género. Sin embargo, incluso estas mujeres posoperativas finalmente comenzarán a experimentar la excitación genital y deseos sexuales si tienen una libido normal.

 

Ten en cuenta también estas palabras del sitio web Zen and the Art of Post-Operative Maintenance (Zen Y el Arte de Conservación Posoperativa): “Otro aspecto de la función sexual es el sistema endocrinólogo…después de la cirugía, algunas mujeres descubren que sus glándulas suprarenales (la otra fuente de testosterona) no producen la suficiente para sostener una libido adequada ni el orgasmo.  Puede ser que necesiten un poquito de testosterona adicional para “ arrancarse.” La cantidad requerida típicamente es mucho menos de la que provocaría cualquier efecto colateral indeseado, como el crecimiento de pelos. No necesitan esto todas, pero recuerda que algunas sí lo necesitan.”

 

Muchas mujeres nacidas que tienen dificultades de sentir excitación sexual o de experimentar el orgasmo (especialmente las mujeres posmenopausales) ya usan pastillas Estratest, que contienen una combinación de estrogénio y una pequeña cantidad de testosterona.  Aunque es un tratamiento algo contencioso, muchas mujeres comenzaron a usar Estratest depués que fue destacado en el programa norteamericano muy popular de televisión “Oprah Winfrey”.  Como resultado de esto, y de consejos como aquel de la página web “Zen,” algunas mujeres posoperativas que experimentaban dificultades de excitación y orgasmo también comenzaron a usar Estratest y han relatado que les ayudó.  Las pastillas contienen o 1.25 mg. o 0.625 mg. de estrogénio (lo mismo que pastillas de Premarin), pero incluyen también una pequeña cantidad de testosterona (ve este vínculo para más información).  Es posible que se ejerza aquí un especie de “efecto de umbral,” así que algunas mujeres necesitan un poquito de testosterona para mantener su capacidad de orgasmo. En cambio, muchas otras mujeres posoperativas (y posmenopausales) experimentan una fuerte capacidad orgásmica en la ausencia completa de testosterona.

 

De cualquier manera, una vez que la mujer posoperativa comienza a experimentar la excitación sexual, los nervios del clítoris y de los superficies vaginales se pondrán muy sensibles, y las sensaciones sexuales se extendrán a través del cuerpo. Entonces, exactamente como en el despertamiento pubertal, ella sentirá impulsos de jugar con su cuerpo y masturbarse.  Las excitaciones intensificarán poco a poco al curarse completamente la región genital después de la cirugía.  La masturbación y actividad sexual probablemente pueden ayudar que se recuperen los nervios y la sensibilidad durante este período.

Hay muchas maneras de masturbarse, pero una favorita es que las chicas “la fregan contra la almohada.”  La chica hace esto por hallarse cara abajo en la cama con una almohada firme entre las piernas.  Así puede fregar su vagina y clítoris contra la almohada mientras la aprieta, ejerciendo presión en el clítoris al empujar y fregar. Al mismo tiempo puede jugar manualmente con los senos y cuerpo.  Alternativamente, puede fregar el clítoris con los dedos de una mano mientras que aprieta las piernas a se azota para estimular el cuerpo.  Y hay muchas otras maneras de excitarse y producir orgasmos, incluso el uso de vibradoras y otros juguetes sexuales para mujeres.  Las chicas descubren todo esto tan automáticamente como los chicos decubren sus maneras autoeróticas preferidas, aunque en nuestra sociedad las chicas han sido más circunspectas en esto.

Al masturbarse, la chica pubertal experimentará de repente sus primeros orgasmos, y así se encamina a desarrollar su sexualidad plena como una mujer adulta.  Del mismo modo, la mujer posoperativa tiene que explorar su nueva anatomía, masturbarse, acostumbrarse a un nuevo tipo de excitación sexual y experimentar sus primeros orgasmos como mujer—es decir, aprender todo lo que aprenden la mayoría de las chicas durante la pubertad.

Este aspecto pubertal de la vida inmediatamente posoperativa puede ser muy excitante y emocionante, pero igualmente puede confundir y asustar a la mujer, y en esto es muy parecido al comienzo de la madureza sexual para cualquier chica adolescente.

Para entender más de este proceso, recomiendo altamente que leas la página web muy franca que se llama “Orgasmos Transexuales HaM Posoperativos—“Una Perspectiva Personal" por Monica Stewart.  El sitio web de Monica hace destacar la necesidad de obtener experiencia con tu nuevo tipo de excitación sexual antes de entrar en cualquier relación sexual que incluya el coito.  También es importante superar las vergüenzas acerca de lo sea “permitido” o “feo.”  Además, a muchas mujeres les gusta jugar con la estimulación anal, incluso con el uso de juguetes sexuales, para superar inhibiciones y mejorar la excitación. La mayoría de las mujeres también aprenden a utilizar fantasias para iniciar y mejorar la excitación y el orgasmo.  Se puede utilizar estas fantasias durante la masturbación, y luego se puede utilizarlas para hacer más alta la experiencia de coito con un amante.

Por lo tanto vemos que la transición y la cirugía de CRS son nada más que el comienzo—permiten que la chica nueva entre en la pubertad.  Lo que se hace de sí, como una mujer, ¡ya veremos!

 

Algunos consejos para mujeres posoperativas acerca de encontrar un amante apropiado y perder la virginidad

 

Se dirige esta sección a las mujeres posoperativas que han ganado alguna experiencia con sus cuerpos nuevos y su nuevo tipo de excitación sexual, y para quienes ya tienen la “meta” de “perder la virginidad.” Puede ser bueno que logres esto, y que vayas adelante sabiendo que realmente puedes “hacerlo,” y así será más fácil la próxima vez, tal vez con una persona aún más importante.  De este modo puedes vencer tus miedos de fracasar en pasar como una mujer y de no lucirse bien en la cama, y puedes saber si tu cuerpo, una cicatriz, o lo que sea va a provocar cualquier comentario desagradable.  Con tal que seas sexualmente funcional, parece la verdad que pocos hombres se fijan en los detalles menores--y muchas veces los obvios--de nuestros cuerpos; la mayoría de ellos simplemente no nos escudriña.  De todas formas, hay tanta variación en la apariencia de la genitalia femenina que la mayoría de las mujeres posoperativas no se resaltan, y bien pronto van a poder olvidar todo eso y sentirse confortable, natural y sin inhibición al hacer el amor.   

   

Sin embargo, es muy importante que evites entrar en una relación sexual con cualquier fulano, o con alguien que tenga una personalidad o actitud que no te parezca simpática, o que no te trate cortés ou amablemente.  Al contrario, haz mucho esfuerzo para encontrar una persona que comparta tus intereses, y con quien puedas poner a prueba, lentamente y en antemano, la “química” que tengan, antes de meterte en una relación sexual.  Y por supuesto, no olvida tratar de averiguar si tu compañero es decoroso, o en cambio capaz de ponerse violento acaso que se entere de alguna manera acerca de tu pasado.

 

Un error que cometen muchas chicas es esperar demasiado, y esperarlo demasiado rápidamente, así que se desilusionan mucho en una relación sexual.  Se puede experimentar una desilusión extrema si se espera que cualquier relación sexual será divertida o agradable. Algunas chicas se equivocan en imaginar que todos los hombres saben bien dar placer sexual, o que ellas mismas no tienen ninguna responsibilidad para excitarse.  Ellas pueden simplemente descubrir que tienen poca o ninguna sensación genital a menos que sean excitadas, aún cuando el hombre las penetre y eyacule dentro de ellas. Esto puede resultar en que la chica piense equivocadamente que sea “defectiva” o que “le falta sensibilidad,” y causar indébidamente todas clases de miedos y preocupaciones.

 

Sin embargo, “no sentir mucho” durante el coito con un hombre al no ser excitada no es nada insólito para cualquier mujer, ¡sea transexual o no!  Hoy en día es bastante común que las chicas adolescentes se cedan a una presión social de entrar en una relación sexual con alguien.  Esto realmente no es muy diferente de la situación del hombre que se enfrenta con una presión de una chica para el coito, cuando no siente deseos sexuales por ella.  A menos que estés excitada, simplemente tocarse, fregarse, y intentar el coito no te darán placer ni resultados.  Por lo tanto, amigas, ¡sentir el amor por alguien realmente vale la pena!

 

Todos los tejidos sensibles de tu cuerpo no te van a proporcionar mucho placer, y tampoco vas a divertirse del sexo ni del orgasmo a menos que tu libido coopere y sientas una “erección” o excitación caliente.  También, igual como cualquier mujer nacida, la chica posoperativa no debe esperar mucha sensación de dentro de la vagina.  La sensación principal que vas a sentir al excitarse vendrá del área vaginal externa—del clítoris y de la vulva exterior.  Y específicamente para la mujer transexual, habrán fuertes sensaciones de las corpora cavernosa eregidas y de la próstata dentro de ella.

 

En resumen, el problema básico es encontrar un hombre que tenga una presencia, voz, y toque caluroso que te hace sentir como si “te derritas,” y te excite y te haga sentir muy confortable y sensual.  Te darás cuenta cuando acontece, y luego, ¡corre a la cama y deja al lado tus inhibiciones!

 

Muchos de estos problemas también surgen para las chicas posoperativas que buscan mujeres para amantes. Pueden preocuparse aún más acerca de la apariencia de sus cuerpos y genitales, y acerca de su aceptación como mujeres verdaderas.  En cambio, es posible que sientan menos miedo físico de sus compañeras  que sientan ellas que salen con hombres.   En otros sentidos, las situaciones son similares; para una relación sexual de éxito, las dos personas tienen que excitarse y sentirse confortables, y tienen que aprender maneras dulces y mutuamente compatibles de expresar su amor.

 

Aún cuando encuentres un compañero amable que te excite y sabe dar placer sexual, puede que sea necesario alguna práctica en antemano para llegar fácilmente al orgasmo.  Esto depende en parte de las posiciones sexuales que se prefieren y también de la manera que has estado masturbando previamente.  Puede que sea necesario que modifiques tu estilo de masturbación para hacerlo más similar a lo que experimentas durante el  coito con tu compañero.  También, no olvida decir a tu compañero exactamente lo que te da placer.  Si a él le gusta estar contigo y hacerte feliz, va a querer que te sientas placer, pero eso es casi imposible sin saber de lo que te gusta.

 

 

Pensando acerca de las posiciones para el coito

 

Algunas posiciones durante el coito, más que otras, promueven mejor que la mujer llegue al orgasmo.  La mayoría de los hombres te permitirán que les diga acerca de lo que te gusta, o que los guíes a la secuencia de posiciones que prefieres. Sin embargo, sin decir nada a ellos, puedes encontrarse postrada en la “posición misionero” así de no disfrutar mucho del coito, ¡no importa tan excitada que seas!

 

Recuerda, no eres diferente de las mujeres nacidas: vas a derivar la mayoría de la sensación sexual del clítoris y genitalia externa, y poca de dentro de la vagina a menos que te sientas altamente excitada.  Por eso, igual como las otras mujeres, la simple penetración del pene no va a darte mucho placer (al contrario de los malentendidos varoniles acerca de la sexualidad femenina).  Por lo tanto no debes dejar que tu compañero decida todo—y es muy importante enterarte de las posiciones y otras técnicas sexuales que pueden darte placer a ti también.

 

Para muchas mujeres la posición de “arrodillarse encima” puede ofrecer la mejor manera de controlar las sensaciones eróticas durante el coito penetrativo.  Por lo tanto, muchas mujeres ya consideran la posición “mujer encima” (ve la foto abajo de Jenny Hildouaki) la mejor manera de llegar al orgasmo durante el coito, sin necesariamente recorrer adicionalmente a la excitación manual del clítoris.

 

Al arrodillarse encima de su amante, la mujer puede controlar la velocidad, ritmo y ángulo de penetración de una manera que le excitará más.  Ella puede mover su pelvis en contacto con el de su amante para que su clítoris fregue contra el hueso púbico de él (y ella puede aplicar presión a los restos de las corpora cavernosa, dentro de ella y un poco detrás de su clítoris), lo que es muchas veces una manera eficaz de provocar un orgasmo. Al mismo tiempo, o la mujer o el hombre puede acariciar los senos de ella, lo que aumenta las sensaciones eróticas que se sienten.  Si arrodillarse muy bajo no sale bien, la mujer puede levantar su torso un poco para que o ella o el hombre pueda manipular su clítoris manualmente sin que él tenga que retirar el pene.  Para entender mejor algunas de estas posibilidades, mira como “Leticia” (Halle Berry) alcanza el orgasmo en la escena final de coito en su representación en la película “Monster’s Ball,” por la cual ganó un premio Oscar.

 

En vez de tratar de llegar simultáneamente al orgasmo, como si eso fuera una meta idílico, por lo general es mejor que la mujer llegue primero. De esta manera ella puede asegurarse que llega al orgasmo aún cuando se necesita más tiempo. Al alternar amorosa y juguetonamente entre la penetración y la manipulación manual o oral del clítoris y de la vulva de la chica, ella puede ponerse muy ardiente y llegar al orgasmo. A fin de cuentas, lo que sale bien, sale bien.  Entonces, después de llegar al orgasmo, ella puede cambiar de posición, estar a cuestas, envolver el torso del hombre firmemente con las piernas, y dejar que él disfrute de montarla de arriba y de empujar enérgicamente al alcanzar su orgasmo y eyaculación.

 

Nota: Si un hombre tiene dificultad de permanecerse eregido por un tiempo suficiente para que la mujer alcance el orgasmo, hay una solución simple—¡Viagra!  Con el uso de Viagra casi cualquier hombre puede obtener erecciones buenas y firmes, y muchos hombres de buen salud pueden quedar así durante más de una hora.  Las mujeres no deben hesitar en sugerir a sus hombres el uso de Viagra, porque puede realzar una relación sexual.  Ya que Viagra ayuda que perdure más la excitación sexual de los hombres (y disminuye la presión psicológica de que permanezcan eregidos), ayuda también a las mujeres que de otro modo no podrían llegar al orgasmo suficientemente rápidamente, con el resultado que ambos tendrán todo el tiempo necesario para que lleguen ambos al orgasmo.

 

Pueden surgir preocupaciones similares acaso que tu amante sea una mujer.  Hay que explorar las posiciones y técnicas que salen bien y hay que establecer comunicación acerca del deseo de cambiar de posición o de quien debe llegar al orgasmo primero cierta vez, etc.  El desarrollo compartido de habilidades sexuales es una parte importante de un amor profundo y afectivamente satisfactorio.

 

Una vez que te sientes confortable en hacer el amor y llegar al orgasmo usando las básicas posiciones sexuales, tú y tu amante pueden explorar técnicas más avanzadas para que tu vida seuxal quede divertida y excitante. Hay disponible una gran variedad de libros y videos excelentes que pueden ayudarte en esto.  Por ejemplo, puedes leer libros como: How to Be a Great Lover: Girlfriend-to-Girlfriend Time-Tested Techniques That Will Blow His Mind (Como Ser Una Amante Estupenda: Amigas Comparten Técnicas Probadas que Lo Maravillarán) y The Good Girl's Guide to Bad Girl Sex (La Guía de la Chica Buena a las Técnicas Sexuales de la Chica “Mala”). También, da una mirada a videos tales como The Guide to Advanced Sexual Positions (La Guia a Posiciones Sexuales Avanzadas).  Libros y videos como estos también pueden ayudar que una mujer supere varias inhibiciones y se haga más confortable al pensar en y gozar de una relación sexual.

 

 

Cómo se diferencian las sensaciones genitales, excitaciones sexuales y orgasmos experimentados primero como un hombre y más tarde como una mujer

 

Los resultados de la cirugía CRS se evidencian inmediatamente por un efecto obvio—la mujer ya tiene que sentarse al orinar.  Orinar ya no es tan fácil como antes, y siempre que lo haces te acuerdas que eres una chica, igual a todas las demás.

 

En cambio, una ventaja maravillosa de ser chica también se evidencia obviamente—tu excitación sexual ya es invisible a todo el mundo.  Igual a cualquier mujer, la mujer posoperativa ya no tiene que suprimir constantemente su excitación sexual, como tienen que hacer los hombres. Ella puede permitirse sentir la excitación sexual cuando le da la gana, y puede quedar así por mucho tiempo sin que nadie sospeche, lo mismo qu hacen muchas mujeres (¡esto en parte explica por qué sonríen tanto las mujeres!).

 

Es maravilloso poder fantasear y excitarse cuandoquiera te gusta. Esta libertad puede ayudarle a la mujer crear y establecer concretamente una libido saludable, y ella puede conectar su cerebro y sus genitales sin mucha autocensura.  Aunque su libido no es tan afectada por los dosis grandes de testosterona, como es la de los hombres, ella en cambio tampoco queda obligada a controlar y domarlo.  Por lo tanto, en suma, la mujer generalmente puede permitir que se sienta “sexy” por más tiempo que puede el hombre.

 

Lynn conjetura que muchos hombres tienen dificultades de eregirse porque durante la mayoría del tiempo tienen que ejercerse para no eregirse, es decir, ¡practican más no tener erecciones!  Las mujeres no tienen que suprimir sus excitaciones hasta tal grado.  Con tal que no tengan inhibiciones religiosas o las de otra origen, para las mujeres es fácil practicar excitarse cuanto les gusta, y así pueden desarrollar una libido saludosa.  Esta ventaja puede ayudar que la mujer posoperativa explore su sexualidad bastante rápidamente y aprenda mucho durante los primeros años como una mujer.

 

Después de comenzar a experimentar la excitación sexual y entrarse en relaciones sexuales, una cosa se destaca inmediatamente: como mujer, el orgasmo siente muy diferente. Puede que sea más difícil y puede que se necesite más tiempo para lograrlo pero es probable que la sensación del orgasmo sea bien más poderosa de la que se experimentó como un chico.

 

Después de la cirugía CRS, la sensación de la eyaculación masculina hecha sin cuidado se desvanece por siempre.  En su lugar, se substituye la capacidad de llegar a un nivel de excitación bien más alto sin que la eyaculación interrumpa todo.  Se necesita más tiempo, pero tu orgasmo eventual será más poderoso—se reemplaza la sensación previa de eyaculación con una  intensa descarga nerviosa y espasmos por toda la región genital.  Se siente algo como ser excitado eléctricamente adentro y a través de la entera región genital.  La experiencia puede variar de orgasmo a orgasmo, con diferencias en la manera de que se desarrolla, se extiende y se siente “el halo nervioso y los colores espasmódicos.” Parece como si la mayoría de los hombres lleguen tan fácil y rápidamente a eyacularse que nunca se pongan suficientemente excitados para experimentar este tipo de orgasmo más poderoso.

 

También realmente se diferencian las experiencias de “sentidos corporales” entre los géneros, aunque muchos de estos sentidos habrán sido femeninos para las mujeres preoperativas.  Los hombres suelen ser típicamente muy excitados por la apariencia física de sus amantes.  Una vez excitados, suelen sentir un “apretón adentro,” y un deseo de “agarrar, empujar y penetrar.” Este deseo aparece repentinamente y puede rápidamente apoderar al hombre, y la mayoría de sus sensaciones sexuales viene sólo de dentro de su pene. Sin embargo, su descarga orgásmica suele ser bien más corta del orgasmo de la mujer, y se acompaña por unos chorros de semen, algunos gruñidos y poco más.  La eyaculación masculina se sigue por una disminución notable de interés por la actividad sexual.

 

La experiencia sexual de la mujer posoperativa, comparada a la del hombre, es mucho más “interna,” dentro y a través de su cuerpo.  Puede que comience en los genitales, pero más tarde puede extenderse completamente por la parte baja del cuerpo, especialmente dentro de los músculos, y el piel se pone más sensible a caricias y al toque. En vez de sentir la excitación sexual sólo en los genitales, como la sienten los hombres, el estrogénio parece causar que un “calor” impresionante llene el cuerpo entero de la mujer después que se excita, especialmente al ser penetrado.  Experimentar este calor sin la presencia de su amante ni con la posibilidad de satisfacerse, puede resultar en que ella quiera “escalar las paredes” o “azotarse en la cama.”

 

Ya que su cuerpo se sensibiliza tanto al toque y al excitarse, la mujer no reacciona tanto a la aparienca de su amante como a la manera que él le toca y manipula su cuerpo, a al sonido de su voz.  Ella no siente, como sienten los hombres, un impulso fuerte de llegar rápidamente al orgasmo; al contrario siente el deseo de soltarse, azotarse y de ser manipulado para que aumenten poco a poco sus sentimientos eróticos.  Para ella lo importante no es lo que ve, sino lo que siente y oye, y como su amante manipula su cuerpo, al rendirse a los milagros del calor sensual y del amor sexual.  Y por lo general ella se dará tiempo suficiente para hacer y disfrutar de esto, en vez de empujar con prisa hacia el orgasmo como suelen hacer tantos hombres.

 

Por fin ella llegará a una “meseta sensual” y se dará cuenta que un orgasmo es inevitable;  esto es de verdad una sensación maravillosa.  A cierto punto, el orgasmo comienza y se extiende a través del área genital, con los nervios genitales tremendamente sensibilizados.  La sensación del orgasmo mismo es más variable comparado al del hombre; a veces puede ser débil, pero otras veces muy intensa, y puede variar mucho de forma y “color” de orgasmo a orgasmo.

 

Igual a las mujeres nacidas, mujeres transexuales experimentan muchas veces un deseo fuerte de vocearse un poco antes y durante el orgasmo, incluso gemir, dar chillidos y gritos y hacer otros ruidos fuertes.  El sonido y la sensación corporal interno de vocearse pueden intensificar mucho la experiencia orgásmica para muchas mujeres. Las mujeres posoperativas no deben tener miedo de soltar chillidos o gemidos fuertes al llegar al orgasmo—es perfectamente natural e puede transformar un orgasmo ordinario en uno extático.  En contraste, aparte de algunos gruñidos, pocos hombres vocean mucho al eyacularse.  Tal vez esta diferencia provenga de las hormonas; es possible que la testosterona impida este vocerío emocional de la misma manera que tienda a impedir que los hombres lloren.

 

Después del orgasmo la mujer posoperativa suele sentir repentinamente un relajamiento y sensación calmante, que es algo parecido a lo que experimentan los hombres.  Pero a diferencia de cuando era un chico, para ella es natural que se sienta excitada nuevamente bastante pronto después del orgasmo, y muchas veces comienza a experimentar otra vez unas erecciones internas.  Aunque sea difícil para ella llegar otra vez al orgasmo hasta que ha pasado algún tiempo—unas horas o alrededor de un día—puede que ella sienta inmediatamente un deseo otra vez para el coito.  Estas excitaciones posteriores son maravillosas y pueden resultar en sesiones dulces en que se tocan y se arriman los amantes después del coito.

 

 

Midiendo y documentando la experiencia orgásmica de las mujeres transexuales posoperativas

 

Como parte de un esfuerzo para mejor medir, entender y documentar las capacidades sexuales de las transexuales, Lynn participó en el primer estudio científico y fisiológico, en el junio de 1999, del orgasmo de mujeres transexuales posoperativas. Rom Birnbaum emprendió esta investigación como parte de sus estudios doctorales en el Institute for the Advanced Study of Human Sexuality (Instituto Para el Estudio Avanzado de la Sexualidad Humana) de San Francisco, CA., E.U.A.  Un club gay (Club Eros) de San Francisco prestó el espacio para el equipo de Rom y la conducta del estudio. Aunque parezca un lugar extraño para una investigación del comportamiento femenino, no era así porque el club se ubicaba en el barrio Castro donde se concentra mucha gente gay, lesbiana e transgénero, y podía acomodar un grupo muy variado de sujetos durante el día cuando estaba cerrado al público.

 

Se conectaron los sujetos de investigación a sensores electrónicos (se utilizaron técnicas desarrolladas por los tempranos estudios pioneros del orgasmo de Masters y Johnson), y los sujetos trataron de masturbarse, en un ambiente confortable y privado, para llegar al orgasmo.  Un número de las mujeres transexuales posoperativas, inclusive Lynn, llegó al orgasmo mientras Rom las medía directamente con los sensores.  Lynn era un sujeto especialmente importante porque mostró que la capacidad del orgasmo intenso puede perdurar por muchos años después de la cirugía CRS (cuando medía a Lynn, ya habían pasado 31 años desde su cirugía).  El estudio de Dr. Birnbaum demostró científicamente por la primera vez lo que siempre sabían muchas mujeres posoperativas y sus amantes—que muchas mujeres transexuales pueden disfrutar plenamente de fuertes orgasmos.  Rom publicó la tesis del doctorado en 2000 (ve el sumario abajo).

 

 

Sumario: El primer estudio del orgasmo de las mujeres transexuales (HaM) posoperativas:

 Birnbaum, R.

 

Tesis doctoral, El Instituto Para el Estudio Avanzado de la Sexualidad Humana, San Francisco (Oct. 18, 2000).

Contacto: poststudy@aol.com

 

Objetivo: Determinar si los datos obtenidos de una investigación fisiológico de la sexualidad sostienen la hipótesis que la mujer transexual posoperativa (HaM) puede retener y/o adquirir la capacidad orgásmica después de la cirugía de reasignación sexual.   Diseño: Un análisis controlado, bajo condiciones de laboratorio, de los efectos de masturbarse al orgasmo.  Ambiente:  Un laboratorio móvil de investigacíon ubicado principlamente en dos lugares de San Francisco.  Participantes: Una muestra voluntaria de once transexuales posoperativas HaM, junto con veintinueve sujetos de control divididos en cinco grupos:  once hombres no transexuales; nueve mujeres no transexuales; cinco transexuales preoperativas HaM; dos personas intersexuales; y dos transexuales MaH.  Estos números incluyen una participante que se juntó al estudio inicialmente como una transexual preoperativa HaM y regresó más tarde como una transexual posoperativa HaM.   Intervención: Un solo protocolo que incluyó medidas de efectos preorgásmicos, orgásmicos y posorgásmicos; el tiempo de reacción determinado por el participante.   Variables dependientes: formas de ondulaciones de presión producidas por contracciones involuntarias de la musculatura anal, el ritmo cardíaco, y la presión arterial. Resultados: De las once participantes transexuales posoperativas HaM del grupo de estudio, ocho autorelataron el orgasmo y tres de estas ocho producieron episodios de contracciones orgásmicas similares a las producidas por los participantes del grupo de control y por otros sujetos en estudios anteriores de la fisiología del orgasmo.  Además, no se encontraron ningunas diferencias estatísticamente significativas entre las formas de contracciones producidas por los grupos de estudio y los de control, en términos de duración de contracciones orgásmicas, cambios intraorgásmicos de amplitud, número de contracciones por serie, intervalo promedio entre las primeras cuatro contracciones, intervalo promedio entre todas las contracciones, y ritmos cardíacos.  Conclusiones: Los datos de este estudio sostienen fuertemente la hipótesis que la transexual posoperativa HaM puede retener y/o adquirir la capacidad orgásmica después de la cirugía de reasignación sexual.  Sin embargo, visto el tamaño limitado de la muestra, no se puede extrapolar porcentajes de capacidad orgásmica a la población entera de transexuales posoperativas HaM.

 

 

 Lynn Conway y Rom Birnbaum en el Club Eros de San Francisco, donde Rom midió científica y fisiológicamente en 1999 por primera vez la capacidad orgásmica de las mujeres transexuales posoperativas.

 

 

 

 

¿Quiénes son los Cirujanos más Activos y Destacados Haciendo la Vaginoplastia (CRS) Ahora?


Hoy en día los cirujanos más destacados que hacen la vaginoplastia son
Toby Meltzer, M. D. de Scottsdale, Arizona and Eugene Schrang, M.D. of Neenah, Wisconsin, ambos de los E.U.A.  Estos cirujanos están en la flor de sus carreras, están ejecutando cientos de cirugías CRS cada año, y están logrando resultados sobresalientes en términos de apariencia, función y sensibilidad.  Marci Bowers, M.D., una cirujana que ha trabajado al lado de Dr. Biber, ya ha asumido su puesto en Trinidad, Colorado, E.U.A., y se relata que está ejecutando cirugías excelentes (el Dr. Biber ya se jubiló).  Se encuentran en varios países del mundo otros cirujanos de calidad experta en la cirugía CRS, más notablemente Yvon Ménard, M.D. y Pierre Brassard, M.D. ( en español ) en Montreal, Quebec, Canadá, y Suporn Watanyusakul, M.D. ("Dr. Suporn") en Chonburi, Tailandia.

 

 

Marci Bowers, M.D.

Toby Meltzer, M.D.

Eugene Schrang, M.D.

 

Se puede leer la página web de Andrea James sobre la Vaginoplastia (Andrea's Vaginoplasty page) y seguir los muchos vínculos allí, para información acerca de muchos cirujanos que ejecutan vaginoplastias excelentes tanto en los E.U.A. como en el extranjero.  Ve también la SRS section of TS Women's Support Site (Sección CRS del Sitio de Apoyo a las Mujeres Transexuales) y The New Sex Change Indigo Pages (Las Nuevas Páginas Índigas del Cambio de Sexo) para información y vínculos a cirujanos de CRS de muchos países.  Las nuevas páginas European TS Information (Información Transexual Europea) (en español) contienen información sobre muchos excelentes cirujanos europeos.   También hay un número de cirujanos tailandeses que ya ejecutan cirugías CRS de buena calidad, y la cirugía en ese país sale menos costosa que trabajo comparable en otras partes.

 

Nota importante:  En los últimos años, pocos cirujanos ejecutarían la cirugía CRS en las chicas VIH-positivas.  Para la minoría pequeña de mujeres transexuales forzadas a vivir “en la calle” y que contrajeron esta terrible enfermedad, esto les dobló la desgracia. Sin embargo, las técnicas cirúrgicas se han mejorado hasta tal punto que ya se puede hacer la cirugía CRS en una persona VIH-positiva sin arriesgar al equipo cirúrgico, aunque a un costo elevado al paciente.  Para información acerca de cuales cirujanos de CRS aceptan pacientes VIH-positivas, ponte en contacto con Christine Beatty (christine@glamazon.net). Christine misma sobrevivió la vida callejera y luego se hizo una mujer posoperativa de éxito.  Ella informa que los siguientes cirujanos excelentes ya aceptan pacientes VIH-positivas, con tal que no tengan otros problemas médicos: Toby Meltzer, M.D. (no aumenta el precio para pacientes VIH-positivas); Sanguan Kunaporn, M.D. (30% aumento de precio para pacientes VIH-positivas); Preecha Tiewtranon, M.D. ($1000 adicional para la paciente VIH-positiva); y Eugene Schrang, M.D. (aumento todavía no especificado).

 

 

 

Sitios con Fotos de Muchos Resultados de Vaginoplastia (CRS) de Muchos Cirujanos

 

[ADVERTENCIA:  ¡PIENSA ANTES DE MIRAR!  ¡Se recomienda que los melindrosos no miren las fotos aquí referenciadas!]

 

El sitio web TS women's support site (Sitio de Apoyo a las Mujeres Transexuales) contiene vínculos a muchas fotos de resultados quirúrgicos de la vaginoplastia de muchos cirujanos. Otro vínculo contiene una serie de 25 fotos de una vaginoplastia ejecutada por Toby Meltzer, M. D. de Scottsdale, AZ., E.U.A.  Y este vínculo contiene una secuencia detallada de fotos de una labioplastía ejecutada por Dr. Meltzer.

 

El sitio web de la actriz española Carla Antonelli (Carla Antonelli's website) contiene secuencias muy detalladas de fotos progresivas de la cirugía CRS, y hay otro sitio con fotos de una cirugía CRS ejecutada en el Reino Unido.

 

Aquí tienes un vínculo a una foto de una cirugía temprana hecha por Dr. Biber en Trinidad, Colorado, E.U.A. en 1976.  El Dr. Biber llegó a ser merecidamente famoso entre las chicas transexuales por obtener resultados como estos, y durante muchos años después, ellas buscaron sus servicios. La técnica quirúrgica temprana y los resultados son muy similares a la cirugía CRS de Lynn, ejecutada por el famoso cirujano estético mexicano J. J. Barbosa, M.D., años más temprano en 1968.

 

Lynn se sometió a cirugía adicional de labioplastía y para profundizar la vagina, ejecutada por Dr. Schrang (en el noviembre de 2000) para conformarse a los patrones contemporáneos.   A propósito, el Dr. Schrang también tiene una experiencia extensiva de corregir exitosamente las complicaciones de cirugías CRS ejecutadas por otras partes. Gwendolyn Ann Smith ha creado una página web, “La Guía a Neenah para las Transexuales” ("Transsexual's Guide to Neenah"), que proporciona mucha información práctica acerca de someterse a la cirugía CRS ejecutada por el Dr. Schrang en el Centro Médico Regional Theda Clark de Neenah, WI., E.U.A.

 

 

Opciones para Reducir Gastos y Permitir Feminización y Transición Más Temprano en la Vida

 

Una de las dificultades mayores que se enfrentan las transexuales jóvenes y intensas que están seguras de la necesidad de someterse a una correción completa de género es el alto costo de transición y el largo tiempo requerido—algunos años—para arreglar los permisos necesarios. El costo de todo—de la consejería, las hormonas, el electrólisis y las cirugías típicamente puede sumar a $30.000 a $40.000 en los E.U.A.  Debido a su condición de género, muchas transexuales jóvenes no han podido conseguir trabajo de remuneración suficiente que les permite ahorrar el dinero para lograr una transición oportuna.  Mientras tanto, quedan condenadas a mirar que sus cuerpos se masculinizan más (a pesar de usar el estrogénio), lo que pone más fuera de su alcance una transición completa y exitosa.

 

Algunas novedades incluyen acceso más fácil a las hormonas femeninas y las antiandrógenas, por medio de sitios web de farmacias extranjeras.  Hay también algunas nuevas clínicas para la cirugía CRS en Tailandia, donde el costo de la cirugía varia en el rango de $6.000 a $8.000 (ve el artículo del New York Times del 6 de mayo de 2001).  Con este acceso a las hormonas, es más fácil para las chicas transexuales feminizarse como jóvenes y lograr una transición completa al tener veinte y tantos años. Los cirujanos tailandeses no requieren que se siga todos los protocolos de la HBIGDA (ellos confían en su propia evaluación de la adecuación de la paciente para la cirugía), así que se reduce la complejidad y carga financiera de tener que consultar a dos psicoterapistas o psiquiatras durante unos años para sacar las cartas de permiso que se requieren aquí en los E.U.A.

 

Para más información acerca de los cirujanos tailandeses, ve la Página de la CRS del Sitio de Recursos para Mujeres Transexuales.  Ve también el sitio web de Dr. Suporn Watanyusakul y fotos recientes de la cirugía CRS en su clínica.  Para otro ejemplo reciente del trabajo de Dr. Suporn (mayo de 2002), ve la página web de una chica finlandesa que describe sus experiencias de la cirugía y tiene fotos de los resultados (en inglés).

  

 

Fotos de los resultados (a unos cinco meses) de la vaginoplastia recientemente ejecutada por el Dr. Suporn, en una chica finlandesa

 

 

Ve también los sitios web del Preecha Aesthetic Institute (Dr. Preecha Tiewtranon), del Centro de Cirugía Estética de Bangcoc (Dr. Pichet Rodchareon) y del Centro de Cirugía Estética de Phuket (Dr. Sanguan Kunaporn) que incluye una secuencia de fotos de la cirugía CRS ejecutada por Dr. Kunaporn.

 

Sin embargo, cualquiera que vaya a Tailandia para la cirugía CRS debe asegurarse que utilice uno del puñado de cirujanos respetables que ejecuta cirugía de alta calidad con técnicas quirúrgicamente avanzadas en los mejores hospitales. Ha existido desde hace mucho una tradición en Tailandia de hacer cirugías superficiales de CRS “al estilo Hijra” que no crean una vagina completa.  Estas son cirugías a bajo costo—a eso de $1.000 a $1.500.  Muchas chicas prostitutas “Kathoey” se someten a estas cirugías, ya que no pueden pagar el costo de la cirugía CRS completa.  Si una persona no necesita la cirugía CRS completa, puede considerar este tipo de cirugía.  Al fin de cuentas, cualquier persona rumbo a Tailandia debe investigar muy cuidadosamente la información más al día acerca de los cirujanos tailandeses, y no debe utilizar sólo el criterio de costo para escoger el cirujano para una cirugía tan importante y transformativa.

 

Para una opción aún menos costosa, las transexuales estadounidenses ya pueden aprovecharse de acceso bastante fácil a la cirugía de orquiectomía.  Después de la orquiectomía (castración), no se masculiniza más el cuerpo de una chica transexual, y los efectos de feminización de las hormonas como el estrogénio se efectúan mucho más eficaz y rápidamente, especialmente en las chicas más jóvenes. Esta opción puede permitir que las chicas transexuales se feminicen y pasen como mujeres más rápidamente, y que tengan más tiempo para ahorrar dinero para su cirugía sin sentir tanta urgencia desesperada.  Para más información acerca de este tipo de cirugía, ve la Página Sobre Orquiectomía.

 

En el pasado el Dr. Robert Barham de Portland, OR., E.U.A. les ejecutaba la cirugía de orquiectomía para muchas chicas transexuales y cobraba a eso de $1.000.  Aunque el Dr. Barham ya no ejecuta estas cirugías, vale notar sus protocolos como ejemplo de lo que se puede esperar en otra parte:  Dr. Barham requirió que la paciente haya asistido a consejería psicológica por un año, que haya seguido un régimen de hormonas por el mismo período y que haya pasado un examen reciente de ser VIH-negativo.  Su protocolo exigió también que él hablara con la paciente por lo menos un día de antemano para discutir la cirugía y los riesgos y efectos.  Haría la cirugía por lo general al día siguiente en su consultorio. Para el anestésico utilizó una bloqueadora bilateral de las cuerdas espermáticas, y ejecutó el procedimiento dentro de una hora, más o menos.  Después de la cirugía era mejor que la paciente quedara en la cama con bolsas de hielo por unas 12 hasta 24 horas, y se recomendó que la paciente no regresara a casa hasta después de 48 horas, acaso que surgieran cualquier problema, y para que comienzara el proceso de sanarse.

 

Para más información detallada sobre la orquiectomía, ve el sitio web de Sherry.  Sherry es una chica transgénero que se sometió a la orquiectomía en 1999 para prepararse para su transición.  En su sitio relata sus experiencias y proporciona mucha información actualizada sobre este tipo de cirugía, incluso una lista de cirujanos que la practican Especialmente interesantes son las páginas intituladas “Las Preguntas Que Me Hacen Más Frecuentemente Acerca de mi Castración” y “La Orquiectomía Para Las Transexuales.” Ve también la nueva página de Andrea James Sobre La Orquiectomía. (Ahora este pagina esta disponible en Español) 

 

 

 

Completar la Feminización del Cuerpo por Medio de la Cirugía Estética

 

Muchas mujeres transexuales también se someten a cirugías de aumentación de los senos y de feminización facial, y a otras cirugías para feminizar más sus cuerpos.  El sitio de Anne Lawrence contiene fotos de unas cirugías recientes hechas en mujeres transexuales para la aumentación de los senos, y las páginas de Lynn sobre FFS (facial feminization surgery/cirugía de feminización facial) describen este tipo de cirugía. Para que tengas una idea de los resultados maravillosos que ya se puede conseguir, aquí están algunas fotos de cirugías (hechas por Dr. Suporn tailandés) de aumentación de los senos de mujeres transexuales ya feminizadas por el uso de hormonas.

 

 

Sin embargo, es importante darse cuenta que muchas mujeres transexuales logran un desarrollo muy satisfactorio de los senos sin cirugía de aumentación, especialmente si empiezan a transicionar como adolescentes.  Para una discusión de fundo del desarrollo de los senos de mujeres transexuales, junto con muchas fotos del desarrollo natural que se puede lograr, ve la página web acerca del desarrollo de los senos.

 

La decisión de aumentar los senos o no es muy similar para las mujeres transexuales y las nacidas—es una decisión compleja y hay que tomar en cuenta las cambalaches entre la apariencia y la sensibilidad y los riesgos de complicaciones médicas. En muchos casos de personas con poco desarrollo, la aumentación puede resultar en mucha satisfacción, pero otramente puede que sea inecesaria y envolver riesgos indeseados.  Para una discusión extensa acerca de la aumentación de los senos, ve la página web sobre la aumentación de los senos.

 

El sitio web de Carla Antonelli contiene una página de fotos de lindas chicas transexuales donde puedes ver aún más resultados de la cirugía de aumentación de los senos.  Tal vez lo más importante es que esta página muestra imágines de los resultados maravillosos que se puede conseguir sin cirugía al feminizarse temprano en la vida.  La conclusión que se debe sacar es esta: si la transexual sabe sin duda que tiene que hacerse una mujer, debe buscar ayuda médica inmediatamente para dejar de masculinzarse más y para iniciar su feminización a lo más pronto posible, preferiblemente como una adolescente. El valor y la resolución en buscar una correción de género temprano en la vida sirven para mejorar dramáticamente la posibilidad de una vida plena y realizada. 

 

 

Las Alegrías y Maravillas de una Correción Completa de Género

 

Los avances médicos modernos nos han llevado lejos de las técnicas antiguas—como las de las hijra—que se utilizaban tradicionalmente para tratar el transexualismo.  Los tratamientos hormonales y las cirugías modernas de vaginoplastia, feminización facial, y estéticas pueden modificar mayormente el cuerpo transexual para que encuadre con su género inato, especialmente si  se comienza suficientemente temprano en la vida.  Ya ha llegado a ser posible que muchas mujeres posoperativas sientan que su cuerpo transformado y su género sean perfectamente compatibles, y que puedan entrar confortable y apasionadamente en relaciones amorosas (sean heterosexuales o homosexuales) como mujeres sensuales y sexualmente realizadas.

 

Se puede ver el grado ya posible de modificación y feminización, a través de mucho esfuerzo y una intervención médica temprana, en los muchas fotos de jóvenes mujeres transexuales como Amanda Lear (Francia), Roberta Close (Brasil), Carolyn Cossey (E.U.A.) y Julia Sommers (Australia).

 

Las alegrías y maravillas de resolver los problemas del transexualismo, y luego seguir adelante a una vida plena como una mujer calurosa y amorosa, en el cuerpo apropiado que resulta, se sugieren al mirar las fotos siguientes de Jenny Hiloudaki (Grecia).  Jenny comenzó a usar hormonas femeninas cuando tenía trece años y se sometió a la cirugía de vaginoplastia cuando tenía veinte.

 

 

 

 

 

 

 


 

For further information en español on transgenderism and transsexualism, see the following websites:

 

 

 

 

 

 

 


 

 

 

 

Reiniciado el 7-08-04
V 1-05-05 + update of 10-14-05

LC update of 12-18-05

 

[Volver a las páginas de Lynn de Información TG/TS/IS]  (es)

 

[Volver al Homepage de Lynn]  (es)